La nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial será un hecho en los próximos meses. Concretamente entrará en vigor en el mes de marzo y aunque algunos puntos han generado cierta polémica en el colectivo motero, lo cierto es que en términos generales es una ley que velará por la seguridad de todos.
Aun así, la fundación para la Seguridad Vial Fesvial ha manifestado su preocupación por el incremento de tres tipos de accidentes muy concretos y que son los que tienen que ver con el consumo de alcohol, el exceso de velocidad y las distracciones. Además, señalan claramente este tipo de conductores puesto que aseguran que en muchas ocasiones son pautas reincidentes. Según aseguran, estas conductas se dan especialmente en hombre de mediana edad con más de 10 años de carnet y sancionados repetidamente por exceso de velocidad. Por eso que se pide que se estreche la vigilancia y aumenten los castigos a este tipo de conductor reincidente.
Según los datos que tiene la fundación, hay en torno a 15 millones de conductores reincidentes y 12 de ellos afirman conducir habitualmente por encima de los límites de velocidad. Pero aún va más lejos el estudio ya que siete millones admiten no respetar la distancia de seguridad. Aun así, todavía más serio es el hecho de que 3,7 millones afirman conducir mientras hablan por el móvil y 2,8 conducen bajo los efectos del alcohol. Sin duda estas cifras son altamente alarmantes por el riesgo que suponen para la seguridad de todos los usuarios de las vías públicas.
Gracias a las informaciones de Fesvial sabemos que cerca de 220.000 conductores, lo que supone en torno al 0,8% del total, admiten circular por autopista en ocasiones a 200 km/h o más y circular por zonas urbanas por encima de los 100 kilómetros hora. Hay que recordar que ambos casos la infracción implica delito y además de la sanción de puntos y económica, se trata de un hecho penado con la cárcel. Eso por no hablar que otros estudios estiman que un atropello a más de 80 km/h es mortal en el 100% de las ocasiones, un porcentaje que desciende al 85% a 60, a 45% a 40 y al 5% en caso de circular a 30 km/h.
Referido al último año, el 1,3% de los conductores (355.000) reconocen haber conducido en este periodo tras haber consumido alcohol, drogas o ambas sustancias. Una cifra que también es muy llamativa es que hay unos 328.000 conductores que no se han sacado el carnet. En 2020, el 48,7% de las autopsias practicadas a fallecidos registró positivos en alcohol, drogas o psicofármacos según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Es por eso que este tipo de conductas deberían suponer un mayor impacto a la hora de ser sancionadas y, más aún, en el caso de hacerlo de manera reincidente.
