Si hay un modelo que represente al 100% los valores de la marca nipona ese es, sin duda la Honda VFR800 Fi: Suavidad, polivalencia y calidad de fabricación son algunas de las claves que definen de manera certera a la quinta generación de la icónica saga.
Además, con su llegada al mercado, se implementarían las últimas tecnologías de nueva factura con las que trabajaba la marca dotándola, aún más si cabe, de un plus de distinción y eficiencia.
Tuvieron que pasar 8 temporadas desde que Honda presentara la primera variante de la RC36, hasta que decidiera crear, por tercera vez, un modelo totalmente nuevo de su sport-turismo por antonomasia.
Además, la marca estaba ante un salto de generación en el que se veía obligada a realizar cambios de relevancia. No solamente algunos retoques con los que mejorar la versión precedente.
Honda VFR800 Fi: Cambiarlo todo para mantenerse fiel a sus raíces
Bajo esta premisa, la marca japonesa partía desde cero en el desarrollo del nuevo modelo presentado en la temporada de 1998. Para ello se centraría en la evolución y mejora de los principales aspectos del conjunto: Mecánica, parte ciclo, equipamiento y ergonomía.
Además, lo haría siguiendo los criterios empleados hasta ese momento en las versiones precedentes. Es decir, realizar una moto desde cero, pero intentando no alterar el concepto que hasta ese momento había caracterizado a la saga VFR: La polivalencia.
Como punto de partida optó por implementar una versión del motor que se había usado para dar vida a otro modelo emblemático de la marca, la RVF750 RC45. El famoso V4 a 90º refrigerado por agua, con cigüeñal calado a 180º y culata de 16 válvulas, venía dotado del sistema de inyección electrónica estrenado en la superbike de la marca, PGM-FI, así como un tren de engranajes de válvulas de montaje lateral.
Sin embargo, la nueva tecnología no iba a servir para que Honda se animara a dar un plus de potencia a su sempiterno modelo. Si bien la marca ahora declaraba 10 CV más, el resultado final, en términos de utilización, era prácticamente el mismo.
En la práctica estábamos ante una mecánica con una gama de bajos y medios respetable, entregando 82 Nm de par a 8.500 rpm, pero con esa falta de pegada arriba de la que siempre había adolecido el modelo. 110 CV a 10.500 rpm y una velocidad máxima declarada de 237 km/h confirmaban esta teoría… Una vez más.
Otros detalles técnicos derivados de su motor eran, por ejemplo, la llegada del doble radiador lateral, elemento que debutaba una temporada antes en la Honda VTR1000F. Así mismo, en la búsqueda constante de un conjunto más compacto, ahora el cárter contaba con el punto de montaje donde se anclaba el basculante monobrazo tipo Pro-Arm.
Además, ahora el cabezal de la dirección iría adherido directamente, simplificando el diseño del chasis en términos totales, y el propulsor dispondría de un centro de gravedad más bajo.
La llegada de la nueva Honda VFR800 Fi en 1998 traería consigo una serie de novedades tecnológicas al modelo, sin precedentes hasta ese momento, salvo si nos centramos en las exclusivas RC30 y RC45.
Por ejemplo la adición del sistema HECS3 (Sistema Honda de Catalización Evolucional), reduciendo las emisiones hasta niveles por debajo de los exigidos en la futura Euro 2 de 2001. También una evolución del conocido Dual CBS, estrenado en la temporada de 1996 en la Honda CBR1100XX.
El cuadro de instrumentos ahora venía dotado de elementos analógicos y pantalla LCD. Esta última nos ofrecería una completa información sobre aspectos relacionados con el nivel de combustible, temperatura del refrigerante así como de disponer de reloj horario y doble parcial de kilómetros.
Cabe decir, para hacernos una idea del nivel mostrado por la marca en este aspecto, que había automóviles de la época, catalogados como premium, que no contaban con un nivel de información como el que ofrecía nuestra protagonista.
Honda VFR800 Fi: Manejabilidad ante todo
Si bien Honda nunca tuvo entre sus planes realizar cambios relevantes en la filosofía del modelo, sí que buscó un plus de manejabilidad en términos generales. Para ello recurriría a soluciones técnicas como reducir en 3,5 kilogramos el peso de su chasis doble viga de aluminio.
Esta sustancial rebaja de peso era fruto de presentar unas vigas de triple sección rectangular, y las reformas llevadas a cabo para que el motor fuera parte funcional del conjunto.
Por otro lado, nos encontrábamos con el montaje de los radiadores laterales permitiendo una menor medida en la distancia entre ejes, con la consiguiente ganancia de agilidad en conducción deportiva.
Así mismo el conjunto de suspensiones venía dotado de una horquilla convencional H.M.A.S (Honda Multi-Action System) de 41 mm y un amortiguador tipo Pro-Link en el eje posterior. Todo ello asistido por el mencionado sistema CBS de frenado con discos de 296 mm y pinzas de tres pistones delante, y un solo disco de 256 mm y una tercera pinza de triple pistón detrás.
El equipo de frenado quedaba anclado en sendas llantas de fundición de aluminio de 17”, calzadas con neumáticos Dunlop en medidas 120/70 y 180/55. Como dato curioso, la delantera constaba de 6 radios, mientras que la instalada en el eje trasero, de 5,5 pulgadas de anchura, disponía de 5 brazos.
Por último tenemos el aspecto de cotas finales, donde nuevamente se pone de manifiesto el trabajo llevado a cabo por la marca en una búsqueda constante de lograr desarrollar una moto más compacta y liviana.
Con un peso en orden de marcha de 234 kilogramos, seguía sin ser una montura ligera, pero lograba reducir en 3 kilogramos el peso final respecto a la VFR750F RC36 II. Así mismo la marca declaraba unas cotas finales de 2.095 x 735 x 1.190 mm en lo referido a longitud, anchura y altura total. La distancia entre ejes ahora era de 1.440 mm, 30 mm que en el modelo precedente.
Honda VFR800 Fi: Versiones y evolución
La novedosa VFR800 Fi estaría en el mercado durante cuatro temporadas, hasta la llegada de la conocida 800 VTEC. A lo largo de este tiempo la sport-turismo nipona recibió algunos pequeños cambios, en la temporada 2000, con los que ir mejorando su rendimiento general.
Entre ellos un novedoso inmovilizador electrónico HISS (Honda Ignition Security System), o la eliminación de las gomas protectoras de los brazos de los espejos retrovisores. También se instalaría un sistema de ralentí rápido accionado por temperatura y un catalizador de última generación.
Igualmente, a lo largo de estos cuatro años de comercialización del modelo, Honda lanzó varias ediciones especiales, algunas de ellas en exclusiva para determinados países. Por ejemplo la edición especial 50th Anniversary, lanzada al mercado en 1999 con una librea especial para celebrar el medio siglo de vida de la marca.
Esa misma temporada también se presentó, en exclusiva para el mercado británico, la Honda VFR800 Fi 50th Anniversary, customizada por el preparador Russell Savory de RS Performance y limitada a solo 50 ejemplares. Esta, además de disponer de un esquema de color exclusivo, obra de John Keogh, venía dotada de un equipamiento extra adicional.
El equipo incluía un escape Remus, estriberas traseras Harris, sistema de suspensión avanzado Pro Arm de Elf/Honda, amortiguador trasero Proflex, molduras de fibra de carbono y una placa numerada en la parte superior de la tija. Hoy es una verdadera rareza y bastante desconocida por los amantes del modelo.
La Honda VFR800 Fi en la actualidad
Tras cumplir un cuarto de siglo de vida, la VFR800 Fi es ya considerada, a ojos de muchos, una verdadera clásica de la firma japonesa. Ya de por sí cualquier modelo de la saga VFR siempre ha estado muy bien valorado por los amantes de la marca, y esta no iba a ser menos.
Es por ello que empiezan a mantener sus precios en el mercado de ocasión, incluso a revalorizarse todas aquellas unidades en buen estado de conservación. Si lo tuyo es un término medio entre polivalencia y deportividad, esta VFR800 Fi a buen seguro no te defraudará.
Con precios que parten desde los 2.000 euros, podemos encontrar unidades con bajo kilometraje por algo más de 4.000. En cualquier caso estamos ante una motocicleta atemporal y a la que el tiempo ha tratado con cariño.
En definitiva, una montura que sigue a pies juntillas los valores de la marca y que en ella se realzan de una manera especial.
