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McGuinness a fuego sobre una VFR800 ¿La mejor manera de celebrar 100.000 millas en el marcador?

Las conmemoraciones hay que tomárselas en serio
John McGuinness no necesita presentación. A lo largo de su extensa carrera deportiva ha conseguido convertirse en uno de los pilotos icónicos de las road races y de TT de la Isla de Man.

John McGuinness no necesita presentación. A lo largo de su extensa carrera deportiva ha conseguido convertirse en uno de los pilotos icónicos de las road races y de TT de la Isla de Man.

Pero en esta ocasión, el bueno de “McPint” no es noticia por ser más rápido que nadie, por vencer una carrera o porque haya decidido colgar el mono, no. Si hoy es protagonista John es porque se ha subido en Honda VFR800.

Pensarás que el hecho de que alguien se suba a una Honda VFR800 tampoco es que sea merecedor de atención. Y tienes razón de no ser por el hecho de que no es que se haya subido para dar un paseo por Morecambe, es que le va a dar candela en Snetterton.

¿Acaso se le ha ido la cabeza a McPint? No, para nada. Resulta que es la manera en la que desde Bennetts han querido celebrar que una VFR llegaba a las 100.000 millas en su marcador.

John haciendo bueno el dicho de conduce como si fuera robada

Puede que no haya mejor manera de celebrar la veteranía que con uno de los pilotos profesionales más veteranos en activo, con permiso del “yayo” Jeremy McWilliams que sigue dando gas a sus 59 años en el MotoAmerica.

McGuinness a más de 200 con la VFR800 centenaria

Pero volviendo a McGuinness y su vuelta a Snetterton, llama la atención que para un piloto una vuelta en circuito es una vuelta en circuito. Aunque la moto no fue creada para entrar en pista, aunque costó 500 libras (unos 580 euros al cambio actual), aunque en el marcador vea que ha recorrido casi 161.000 kilómetros (100.000 millas), el Cohete de Morecambe no perdona.

Revoluciones al máximo desde el inicio, frenadas que a más de uno nos dejaría en evidencia… y todo ello con una moto a la que dicen que, de motor, únicamente se le hizo un reglaje de válvulas.

Es decir, con una moto pensada para viajar y de manera tranquila, McGuinnes le saca hasta los higadillos para conseguir 132 millas por hora de punta (212 km/h) en la recta, a pesar de que vemos que tampoco es que se empeñe mucho en acoplarse.

Ahora esa mítica Honda VFR800 lo es un poco más. Y aunque en su día costase solamente 500 libras, seguro que ahora se ha revalorizado un poco más, y no sólo por los pequeños arreglos de mantenimiento que le han ido haciendo.

Al fin y al cabo no todos los días se sube a tu moto un vencedor de 23 TT’s.

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