Hace prácticamente medio siglo que Nürburgring se desechó como pista de carreras para las mejores competiciones dada su peligrosidad. El conocido como “Infierno verde”, nombre que según la leyenda puso el mítico Jackie Stewart, sigue siendo sin embargo un lugar de peregrinaje para aficionados del deporte del motor de todo el mundo.
Y lo es porque Nürburgring tiene una peculiaridad: previo pago, cualquiera puede rodar por el asfalto en el que en su día se jugaron la vida pilotos legendarios de la historia y, desafortunadamente, algunos la perdieron. Pero en esta ocasión no vamos a repasar las tardes de gloria ni los desastres, sino una escena que nos ha puesto los pelos de punta.
Una cámara “on-board” nos muestra una escena en la que, con Nürburgring como escenario, el desastre está a punto de suceder. Como decimos, en el trazado germano se puede entrar sacando un ticket y la pista funciona como si fuese una carretera sin límites de velocidad, pero con algunas normas.
En Nürburgring hay que adelantar por la izquierda
La principal es que todos los adelantamientos han de producirse por el lado izquierdo. Da igual para dónde sea la curva, se adelanta por la izquierda sí o sí. Dicho esto, es momento de analizar la acción entre el Porsche y la Ducati Panigale V4.
Tras varias curvas enlazadas vemos como el Porsche 718 GT4 RS y el que porta la cámara se acercan con velocidad a una moto, que aparece en el minuto 7:30. No tardan mucho en estar encima de ella y solamente 12 segundos después, el conductor del Porsche aprovecha que la moto va al interior de la curva para adelantar por fuera.
Pero cuando el coche está en medio de la maniobra la moto vuelve al exterior, ya que no se estaba apartando sino realizando una trazada. La rápida reacción de ambos hace que el toque sea solamente un roce. El Porsche sale de la carretera, la moto se aparta y nadie pierde el control, por lo que todo queda en un susto.
¿De quién es la culpa? Pues lo cierto es que es difícil establecer solamente un culpable, y después de analizar la acción en varias ocasiones, podemos decir que para nosotros sería un 50-50. Es decir, ambos podrían haber evitado la situación. Una situación que, por otro lado, puede pasar en circuito.
Por un lado tenemos al Porsche, que va muchísimo más rápido que la moto. La ve, sabe que se está acercando, sabe que tiene más velocidad en el paso por curva, más capacidad de frenada y se decide a adelantarla sin saber si el piloto de la moto lo ha podido ver o no. Podemos afirmar que, en el mejor de los casos, peca de optimista y no valora la acción teniendo en cuenta a la otra parte involucrada.
Por el otro lado está el piloto de la moto. Si bien es cierto que él va por delante, también es verdad que hay unos cuantos segundos en los que da la sensación que se queda un poco más dentro de la curva, apartándose al lado derecho y, quizás, sin haberse percatado del coche que viene detrás. Y ese es el punto que podría haber mejorado el piloto, porque en Nürburgring ruedan muchos tipos de vehículos, unos más lentos y otros más rápidos y hay que estar lo más atentos posible a quien viene por detrás y quien tenemos por delante, algo que no es fácil en una moto y a esas velocidades.
Por tanto, para nosotros, sería una acción que ambos podrían haber evitado teniendo en cuenta al resto de usuarios. Lo mejor es que nadie tiene que lamentar nada. El desastre estuvo muy cerca, también cuando el usuario de la moto corta gas y se cruza la pista tras el incidente sin mirar si detrás del primer coche viene otro (algo habitual en Nürburgring). Y tú, ¿qué opinas?