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Andy Carlile, el rey del Viejo Nurburgring

Fotos: frozenspeed
Este inglés de 33 años no nada en la abundancia, vive en Nurburgring y está obsesionado con el viejo trazado alemán. Hace tres meses batió el record de la pista con su Yamaha R1 de 2004, al clavar el crono en 7'10". Más de 1000 vueltas por sus 21 km tienen premio.

«En 2007 fui parte del equipo de pruebas que comparaba las deportivas de entonces en las 11.9 millas del Infierno Verde. Con una MV F4 312 terminé rodando en 7’21“80. Hacía buen tiempo, algo raro por aquí y los tiempos caían. Pero sabía que podía rodar más rápido, mucho más rápido».

«Mucho antes, con doce años, leí en Performance Machines una quedada del Club Yamaha en el Ring. Me consideraba aludido, parte del club, pues poseía una Yamaha Passola scooter. Fue la primera vez que pisé Nurburgring».

«La primera vez que di una vuelta completa fue con una CBR en el verano de 96, trabajaba en Francia y decidí probar. Ese fin de semana pasó sin pena ni gloria, pero de regreso se me estropeó la moto bajo la lluvia, sin herramientas, sin funda ni mono de lluvia: estaba solo. Les di pena a los dueños de un hostal que me acogieron hasta que reparé la moto, pero mi habilidad limpiando moquetas y reparando cajas de cambio de Land Rover hizo que los germanos me dieran trabajo. Una semana más tarde ya estaba de vuelta a casa, pero con la intención de pasar la primavera trabajando para los alemanes. Eso fue hace seis años».

«Llevo rodando por El Ring varios veranos como instructor de cursos de pilotaje. He recorrido el circuito caminando durante horas, estudiando las diferentes superficies. He hecho mapas y pasado noches enteras repasando secciones concretas o imaginando diferentes estrategias y puesta a punto. Recordar ciertos puntos lleva su tiempo, pero esta capacidad de memorizar siempre ha estado muy presente desde pequeño. Con cinco años me conocía cada codo de la A595 que rodeaba mi casa. Pensé que cualquiera podía hacer esto».

«Soy un tipo conocido por aquí, creo que por haber ayudado a tanta gente. Hay buen rollo con ingenieros y pilotos que pasan por el circuito. Gracias a esto, el cartero llega muchas veces con un paquetito de piezas especiales para mi moto».

«Tardé tres años en mejorar el tiempo de la MV 312 y un día suena el teléfono. Son los suecos de Supercar que me dejan tiempo de pista durante los tres días de prueba que tienen alquilado el Ring… vueltas completas, sin tráfico…bueno salvo un Porsche GT2 y un helicóptero para la toma de imágenes. Y sin factura. Esto último es muy importante. Los precios de alquiler de la pista se han convertido en igual de absurdos que los lloros de los gerentes».

Preparación R1

«Durante los cinco años que trabajé como instructor en el circuito no pude atacar el record. Los operadores de circuitos del Reino Uniod decían que sus pólizas no llegaban a cubrir ese riesgo, mientras que los alemanes decían que iba en contra de las normas. Mientras tanto, Dunlop me suministraba unos 211 de resistencia que trabajan bien por debajo de los 13º C. Si no era una cosa era la otra, pero siempre había que guardar el proyecto en el armario. Al final descubrí que me era más fácil pedir que miraran para otro lado que solicitar los permisos».

«Además de esto, unas llantas BST más ligeras, un desarrollo 16/43 (la corona trasera más pequeña reduce inercias), mayor distancia entre ejes (tijas regulables para cerrar el ángulo de dirección), puesta a punto de suspensión (80 cambios bruscos de dirección, 80 cambios de velocidad y no menos de 27 levantadas de rueda), aceite Silkolene 0w20 (menos resistencia interna), escape Akrapovic, tornillería de nylon y titanio… Al final, 190 kg con todos los llenos o 182.5 kg con gasolina para 3 vueltas y media».

«Más tarde, la grabación de la cámara subjetiva desveló la vuelta en 7’10”, lo cual me sorprendió porque no estaba buscando tiempos. A veces las cosas funcionan así. La máxima de menos prisa = más velocidad es cierto por aquí».

trazado_viejo_nurburgring.jpg

¿Por qué lo hago?

«No estoy especialmente atraído por el riesgo y soy lo suficientemente listo como para jugar a mi favor. Atraído por la peculiar historia del lugar y su estructura de precios (un ticket anual era un chollo hasta hace poco, no como ahora) me atrae dar una vuelta técnicamente perfecta. No es ni por el dinero ni por el premio, porque no lo hay. ¿Estatus? Quizá, pero ¿a quién le importa?».

«Sólo sé una cosa: es posible bajar de los 7 minutos y estoy decidido a ser la persona que lo haga. Me he convencido a mí mismo de que con eso ya será bastante. No importa si ese tiempo exija el 100% de la moto, eso será irrelevante. Sé que necesitaré el 100% de mis capacidades como piloto. ¿Y luego qué? Aflojar no me parece lo correcto. ¿Una nueva pista? ¿Un nuevo hobby? Se aceptan sugerencias».

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