Podría ser 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, pero no lo es. Estamos a 7 de abril y el Kawasaki Corleo es realmente la propuesta con la que la firma de Akashi dice tener la llave para solucionar la movilidad personal del futuro, aclarando que este robot, de formas similares a las de un equino, “permitirá a las personas viajar de forma segura a lugares que antes eran inaccesibles.”
No está muy claro cuáles son esas zonas a las que de momento cualquiera de nosotros no podamos acceder mediante un vehículo Offroad al uso, aspecto que suponemos que la propia marca japonesa aclarará más adelante. En cualquier caso, la presentación de vehículos como este Corleo parece que empiezan a convertirse en el pan nuestro de cada día. Honda, por ejemplo, también nos deleitaba hace relativamente poco con el “Proyecto Honda Koraidon”, recientemente expuesto con motivo del “Honda Welcome Plaza Aoyama”.
Kawasaki Corleo: “impulso de movimiento” al aire libre
Esta es la manera en la que Kawasaki describe de manera directa y concisa lo que representaría el Corleo dentro de una gama futura de modelos. Presentado recientemente con motivo de la Expo Osaka-Kansai, ha dejado a más de uno medio patidifuso, teniendo en cuenta el enfoque inicial que parece darle la marca a este robot impulsado por un motor de hidrógeno.
Así lo describe al Corleo la firma nipona: “El revolucionario vehículo todoterreno de movilidad personal de Kawasaki ofrece una excelente capacidad todoterreno, impulsado por cuatro patas robóticas, junto con el manejo y la estabilidad de las motocicletas Kawasaki. Sin perder la alegría de conducir, el vehículo monitorea continuamente los movimientos del conductor para lograr una reconfortante sensación de unidad entre el hombre y la máquina. Escala montañas, respira aire fresco y disfruta de vistas panorámicas.”
En términos dinámicos, las cuatro patas del Corleo trabajan de manera independiente, permitiendo absorber los impactos al caminar y correr. Estas vienen equipadas con pezuñas con una estructura dividida de izquierda a derecha, hechas de caucho, un material que absorbe las irregularidades del terreno y es antideslizante. Estas pezuñas se adaptan a los diversos terrenos, donde queramos adentrarnos.
Equipado con un motor de hidrógeno de 150 cc, el Corleo equipa un depósito de combustible montado en la parte trasera. La electricidad generada alimenta las unidades de propulsión instaladas en cada una de las cuatro patas. Mediante el panel de instrumentos podemos controlar el nivel de hidrógeno, la ruta seleccionada, la posición del centro de gravedad y otro tipo de información. Por la noche, el Corleo proyecta marcadores sobre la superficie de la carretera para indicar el camino a seguir.
No sabemos si la nueva “gama equina robotizada” de Kawasaki podrá llevarnos a lugares donde antes no llegábamos. Tampoco si la marca nipona terminará ofreciéndonos versiones Ninja de un modelo así. Todo ello lo descubriremos realmente si el Corleo se convierte en un modelo real y en vez de un mono de moto volvemos a hacer uso de una armadura metálica para poder pilotarlo…
