Cuando vimos por primera vez la idea de las motos de hidrógeno de Kawasaki, no pensábamos que en un plazo tan corto de tiempo pudiéramos verla funcionando. Algo que pudimos hacer hace menos de dos meses, cuando la Kawasaki Ninja H2 SX Hydrogen hizo su debut en Suzuka con unas vueltas de honor previas a la disputa de la carrera de las 8 Horas de Suzuka.
Lo que llamó la atención y que ya se esperaba por los prototipos es que el modelo era muy voluminoso. Más allá de que algunas zonas fueran abultadas por razones estéticas, las que más llamaban la atención eran las maletas traseras donde se situaban las bombonas con el hidrógeno.
De hecho, ese es el gran desafío que tiene Kawasaki ahora mismo en sus motos de hidrógeno una vez ha demostrado que a nivel conceptual es viable. Precisamente en ese punto se encuentran ahora mismos los ingenieros de la marca, como hemos podido conocer por las nuevas patentes que se han filtrado.
La nueva solicitud presentada busca solucionar esos problemas de voluminosidad de los que hablábamos para conseguir una moto con unas cotas más contenidas y, además, con capacidad de carga ya sea de personas o de objetos en caso de que se aplique a motos que no sean deportivas.
Según podemos ver en los esquemas, el frontal nos recuerda a una Kawasaki ZX-6R de finales de la primera década de siglo, pero es solamente eso, un esquema. Lo importante en esta patente para las motos de hidrógeno de Kawasaki está en cómo varía la posición del motor, desplazándolo a la parte baja y trasera del chasis para dejar el mayor espacio posible a dos bombonas de hidrógeno. Para lograr ese espacio tan necesario, lo que hacen es que los pistones en lugar de “apuntar” para arriba lo hagan para adelante.
Hay más que motos de hidrógeno, también han patentado un scooter y un trike
Pero hay más y es que en estas patentes Kawasaki muestra algo más que cómo sería la evolución de sus motos de hidrógeno, sino que también muestran un scooter de hidrógeno y un trike. En el caso del scooter, la colocación de las bombonas estaría en el escudo con el motor situado en una manera más habitual a lo que estamos acostumbrados. Aun así, y viendo las limitaciones que actualmente tendrían las motos de hidrógeno en cuanto a autonomía se refiere, un scooter al que se le suponen movimientos más cortos encajaría perfectamente.
Si hablamos del trike, una gran sorpresa, porque los nipones no han tenido en su gama uno, el hueco en el que se situarían los depósitos sería justo entre las dos ruedas delanteras, en un espacio que podríamos considerar como sin uso porque el motor tendría su colocación común. Aun así, en este caso lo más llamativo es que el trike no cuenta con manillar como podríamos esperar, sino que dispone de un volante en la patente.
Por ahora nos toca seguir esperando a ver cómo avanzan las motos de hidrógeno en general y las de Kawasaki en particular. Hay muchas otras maneras de aprovechar el hidrógeno y la pila de hidrógeno que alimente a un motor eléctrico es una de ellas. Sin embargo, esta tecnología es más cara y compleja, además de necesitar un hidrógeno más puro para funcionar, por lo que esta alternativa de Kawasaki parece la menos compleja de todas y la que podríamos ver evolucionar en un menor plazo de tiempo.