“La vida da muchas vueltas”. Quizás esta frase se escenifique de manera latente en la siguiente historia que os traemos, donde Bobby Haas y Dirk Oehlerking de Kingston Custom ,son los merecidos protagonistas. Además, y como resultado de esta unión nace esta espectacular preparación sobre una BMW R100 que, por desgracia, el bueno de Hass no pudo llegar a ver, ya que falleció el 28 de septiembre de 2021, solamente unos meses después de realizar el encargo de esta moto al preparador alemán.
Según cuentan los compañeros de Ride Apart Hass, fundador del Haas Moto Museum, quería tener dentro de su colección una preparación de este tipo para poder mostrarla en sus instalaciones de Dallas, Texas, donde cuenta con hasta 230 motocicletas que abarcan 13 décadas distintas. Además, no era la primera vez que mostraba alguna de las obras salidas desde el estudio de Kingston Custom, más concretamente hasta tres modelos distintos del preparador europeo habían pasado por su museo con anterioridad.
Pero el destino quiso que Hass falleciera unos meses más tarde debido a una enfermedad respiratoria. Al conocer lo acontecido el propio Oehlerking le comentaba a los compañeros de Bike Exif: “Estaba congelado, conmocionado, no podía ni quería creerlo. ¿Una persona tan maravillosa ya no está con nosotros? Me hundí en un profundo luto”. Tras aquello, y pasado un mes, la socia de Hass se puso en contacto con Dirk para pedirle que continuara con el proyecto que hoy podemos ver aquí.
Esta preparación está construida a mano empleando paneles de aluminio de 2 mm y, además, cuenta con cuatro secciones totalmente abatibles para poder acceder a la mecánica. Inspirada claramente en el Art Deco, no olvida sus orígenes en la propia marca alemana. Luego hay que destacar elementos como su manillar deportivo, el retrovisor originario de un Porsche 356 Speedster anclado a la parte superior del carenado, o un piloto posterior proveniente de un BMW 700.
Para rematar contamos con elementos como el faro delantero cubierto tras la rejilla frontal que queda bajo el escudeto, y como no podía ser de otra manera, las culatas salen por los laterales recordándonos que bajo esa silueta aerodinámica se esconde el bicilíndrico tipo bóxer de BMW. Un velocímetro con estética vintage, sendas salidas laterales cromadas o un asiento fabricado a mano ponen la guinda a este pastel tan sugerente. Y como lo había querido Haas, esta increíble obra de arte rodante se exhibirá próximamente en el Museo Haas Moto, el lugar donde debe estar y para el que fue diseñada.