La historia de Bimota siempre ha estado marcada por la épica y si no os lo creéis, os recomendamos que os leáis el especial que realizamos sobre la marca transalpina. Como es obvio, el desarrollo de la exótica SB8K Santamonica no iba a ser menos y por desgracia para el modelo, cuando finalmente se logró lanzar al mercado, este se había quedado obsoleto en algunos aspectos respecto a la competencia.
Para poner en perspectiva a la SB8K Santamonica habría que retroceder en el tiempo hasta el año 2000, momento en el que Bimota, en pleno desarrollo de esta SB8K, se declara en bancarrota.
Aquella temporada el recientemente fallecido Anthony Gobert, apodado «The Go Show», lograba alcanzar la victoria con una Bimota SB8R en Phillip Island, compitiendo en el WSBK.
Aquella moto era la antesala de lo que debería haber sido unos meses después la nueva SB8K, aunque ese momento tuvo que demorarse hasta el año 2005, momento en el que la marca, tras su bache económico, recupera el proyecto y finalmente puede lanzar al mercado esta SB8K Santamonica. En esencia, una SB8R mejorada, aunque algo obsoleta respecto a las rivales del momento.
Bimota SB8K Santamonica en detalle
El mítico propulsor V-Twin de Suzuki, montado en la TL1000R de la época, era retocado en algunos aspectos para poder mejorar las cifras finales de rendimiento. Un nuevo sistema de inyección Webber Marelli con cuerpos de mariposa de 55 mm, en lugar de los 52 mm originales, era la mayor novedad en este apartado.
También se integraba un airbox de mayor tamaño, sistema de escape de nueva factura y calibración de la centralita con un mapeo específico. Como resultado obteníamos una potencia final de casi 143 CV a 9.750 rpm y 105 Nm de par a 1.000 vueltas por debajo del régimen de giro máximo. La velocidad máxima declarada era de 269 km/h.
Indudablemente y como buena italiana de calidad que se precie, la SB8K Santamonica destacaba tanto por su parte ciclo, como por su equipamiento y acabados, donde la fibra de carbono y componentes en CNC brillaban con luz propia allá donde pusiéramos la vista. En palabras de Brian Catterson, reputado periodista del motor y editor jefe de Motorcyclist:
“Lo que habría escrito allá por el año 2000, si hubiera existido un punto, fue que la SB8K era la mejor moto deportiva bicilíndrica que había montado; más que rival para la Ducati 996 reinante y mucho mejor que la Suzuki TL1000R con amortiguador rotativo de la que se deriva su motor.”
Y continua: “Conservó el chasis de la SB8R con vigas gemelas de aluminio y placas de basculante en fibra de carbono, pero abandonó los tubos de admisión de la década de 1980 en favor de un sistema de Ram Air adecuado. ¡La SB8K Santamonica 2006, con su horquilla Ohlins de 43 mm y frenos Brembo montados radialmente, es aún mejor!”.
Estamos ante una de las deportivas más añoradas por cualquier amante de Bimota que se precie. Sin embargo, su producción fue realmente escasa, con apenas 100 unidades construidas entre las ediciones SB8K Santamonica y SB8K Gobert. Ahora podemos hacernos con una de las primeras, que además está en estado NOS (New Old Stock), es decir, con cero kilómetros, “nueva de paquete”.
Según hemos conocido, gracias a los compañeros de Bike Urious, este ejemplar perteneció a la colección privada de MotoPoint, importador de la marca en la época, y se encuentra actualmente ubicada en Englewood, Colorado. Según el anuncio de venta estaríamos ante la unidad número 8 de las 50 fabricadas, aunque otras fuentes hacen referencia a que se llegaron a comercializar hasta 75 ejemplares de esta versión.
En cualquier caso, la moto luce espectacular y eso que las fotografías que han publicado en el anuncio de venta son realmente malas. Además, con esta SB8K Santamonica se ofrece un listado interminable de repuestos especiales elaborados en CNC, así como un motor TL1000R con apenas 200 millas.
Según se explica en el propio anuncio: “Incluyo un motor TL1000R completo con motor de arranque con solo 200 millas originales. Originalmente comprado para construir un motor con especificaciones de carrera Bimota, pero nunca lo usé (me desvié de otros proyectos), la edad y la salud me hacen vender mis colecciones y juguetes masculinos.”
Si todavía nos habéis enamorado del todo, entonces os recomendamos que no pinchéis en el enlace del anuncio de venta. Con un precio de 36.000 dólares, unos 33.300 euros, nos parece un regalo tal y como está el patio, teniendo en cuenta que incluye más de 25.000 dólares en repuestos.
