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Doohan y Gardner contra la aerodinámica en MotoGP

Cuando los genios hablan hay que escucharlos
Fotos: MotoGP
La escalada sin límite aparente de la aerodinámica en MotoGP está conduciendo a la categoría a una situación compleja. Dos grandes estrellas han sido tajantes en sus opiniones.

Aunque están incorporados en el día a día de MotoGP, la inclusión de las primeras alas delanteras se remonta solamente a 2017. Ese puede considerarse como el año de su eclosión, porque prácticamente todas las motos empezaron a emplearlas. Algunos pilotos no estaban convencidos, pero ninguno terminó renunciando a ellas. Desde entonces y solamente en siete temporadas si contamos la de aquel año y la de este, la evolución aerodinámica ha sido increíble.

Hay que recordar que la aerodinámica siempre ha estado en las motos y se ha ido trabajando en ella para conseguir una mayor eficiencia y, a la vez, crear turbulencias para que no te pudieran coger la aspiración de manera tan sencilla. Pero este salto es tan excepcional que está afectando de lleno a la propia competición. Tampoco hay que olvidar que esta evolución llegó como respuesta de las marcas, siempre con Ducati a la cabeza, para tratar de mitigar la falta de opciones de configuración de la centralita y electrónica única.

Es decir, para atajar el problema de una evolución desmesurada de la electrónica se implantó una normativa que la restringía y los ingenieros, buscando contrarrestar los problemas, tiraron de aerodinámica. Lo curioso de esto es que gracias a la aerodinámica las motos se han transformado mucho más y ahora son más largas y, además, permiten implantación de sistemas como el de las suspensiones que hace que el tren trasero baje ¡y sin levantar la rueda delantera del suelo!

 

Al final las motos están siendo cada vez más rápidas en las curvas y en las rectas, más perfectas, más exactas y más exigentes. Son las motos de carrera más rápidas de la historia, pero adelantar es casi imposible. Hace unos años escuchamos a los pilotos hablar de que los neumáticos delanteros se calentaban por ir detrás de otro piloto. Ahora adelantar cuesta mucho porque no se puede rodar tan cerca sin el peligro de perder agarre, por no tener “down force” y he elegido esta definición porque, como los alerones, la falta de adelantamientos y los problemas de ir a rebufo es justo lo que pasaba y pasa en la F1, donde se utiliza esa terminología.

Lo llamativo es que son muchos los que están dando la voz de alarma ante esta situación, pero hay tres que merecen ser escuchados por diversas razones. Dos de ellos por ser campeones de 500 como Mick Doohan y Wayne Gardner. Los dos australianos han contestado de manera clara y concisa a la pregunta que hacía el tercero resaltando el problema, el periodista David Emmett ,que conversaba con algunos aficionados en Twitter.

 

Emmett estaba analizando la situación no sólo de MotoGP, sino de Moto3 y Moto2, donde decía que el riesgo del piloto y no su talento o la estrategia era la que marcaba la diferencia. Después sentenciaba con un literal “Creo que las motos deben cambiar, para que sea más fácil para los ciclistas marcar la diferencia. Aunque no estoy muy seguro de cómo.” Es entonces cuando los dos genios con pocas palabras decían todo. Wayne con su particular tono directo y sin tapujos contestaba “Elimina toda la aerodinámica ya que esto no es F1” y un pragmático Mick, del que por cierto su hijo Jack está a un paso de entrar en la F1, añadía un claro y brutal: “Estoy de acuerdo contigo en esto”.

Cuando dos pilotos que han sufrido lo que era la época más salvaje de las 500, que se han hecho daño y que han lidiado con un Mundial que era peligroso de verdad, que han logrado ser referentes en su época y que, por tanto, saben de lo que hablan el resto deben “abrir las orejas” y escuchar claro. Al fin y al cabo, a diferencia de otras leyendas de su época, ellos no cobran para ser políticamente correctos y defender intereses más allá de los de una competición más emocionante, sencilla y segura.

Luar Guerbio
Luar Guerbio
Llevo media vida a vueltas con las letras y finalmente terminé donde siempre quise hacerlo, escribiendo sobre motor. Amante de todo aquello que huela a “Old School”, disfruto cada segundo sabiendo la suerte que atesoro de ser un incurable Petrolhead.

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