Comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE: Introducción, posicionamiento y rivales
Con la Yamaha MT-09 (119 CV, 11.299 €) y la Kawasaki Z900 SE (125 CV, 12.199 €), nos encontramos ante dos modelos muy evolucionados con el máximo nivel de equipamiento posible. La afinación de ambas se acerca a la nota perfecta, pero cada una en su registro. La Yamaha MT-09 presentada hace pocos meses es la 4ª generación (la 1ª generación salió en 2015) de una moto que estrenó el fabuloso motor tricilíndrico de 900 cc, que la marca de los diapasones bautizó como CP3 y que equipan modelos como la Tracer 9, XSR 900, XSR 900 GP o la Niken de 3 ruedas. Todas ellas motos dinámicas y divertidas.
Por su lado, la Kawasaki Z900 SE va por la tercera generación, después de las Z750 y Z800. Sus numerosas iteraciones abarcan todavía más tiempo, concretamente desde 2004, año de aparición de la primera Z750. Su tetracilíndrico es fantástico y también impulsa a la preciosa Z900 RS.
En esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE equipan componentes de calidad. La Yamaha MT-09 cuesta 11.299 € mientras que por la Kawasaki Z900 SE hay que pagar un poco más, concretamente 12.199 €.
Sus rivales, todas europeas, son también la versión más equipada de las motos de las que provienen, como la Ducati Monster SP (111 CV, 15.390 €), Triumph Street Triple RS (123 CV, 12.795 €) , KTM 890 Duke R (121 CV, 13.639 €), MV Agusta Brutale RR (140 CV, 20.120 €). Se trata de un club muy selecto en el que todas tienen carnet de baile. Las representantes del Imperio del Sol Naciente ofrecen dos modelos exquisitos.
Además de las diferencias en el número de cilindros (que también se da entre las europeas, con todo tipo de configuraciones), la Yamaha MT-09 está equipada con todo lo necesario para transmitirnos las sensaciones ideales y una gran facilidad de conducción. Por su parte Kawasaki representa al último mohicano entre las naked tetracilindricas con la Z900, pero no por ello menos eficaz: es la más vendida en España, año tras año. Dos configuraciones distintas para dos motos con carácter deportivo, pero de distinto temperamento.
Comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE: Características técnicas y equipamiento
Si en algo se parecen las protagonistas de esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE -aparte de compartir escape Akrapovic, opcional en la Kawa- es en la agresividad de su diseño. Sus diseños aparentan beber del cómic. La Kawasaki parece sacada de un manga, mientras que el nuevo faro de la Yamaha recuerda a un transformer.
En las dos, las líneas convergen en la zona delantera, más pesada a la vista, mientras que las zagas son puntiagudas y ligeras. También las ópticas delanteras (full LED en ambas) son picudas y detentan una mirada agresiva. Aún así, no se parecen entre sí y son reconocibles al primer golpe de vista.
Las diferencias en esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE comienzan con la mecánica. Yamaha propone un tricilíndrico en línea refrigerado por agua DOHC con 4 válvulas por cilindro. Cubica 890 cc y entrega 119 CV a 10.000 rpm, mientras que el par máximo es de 93,0 Nm a 7000 rpm.
El consumo homologado es de 5 l/100 km, pero es imposible que nadie los consiga, porque también es imposible abstraerse a los cantos de sirena del motor CP3 y acabarás roscando el gas inclemente. El depósito es de 14 litros, pocos a priori. La caja de cambios de 6 velocidades con embrague antirrebote está asistida por un quickshifter, que funciona muy bien, pero que requiere decisión en el accionamiento. Funciona acorde a la personalidad de la moto.
La Kawasaki equipa su eterno 4L refrigerado por agua DOHC, 4 válvulas por cilindro de 948 cc y que arroja unas cifras de 125 CV a 9.500 rpm de potencia y 98,6 NM de par máximo a 7.700 rpm. No tiene quickshifter de serie, pero sí embrague antirrebote.
Su consumo homologado es de 5,7 l/100 km, algo más gastón sobre el papel, pero su depósito de combustible disfruta de 17 litros, que tampoco son las fuentes del Nilo, pero sí son 3 litros más que su rival. En general no son motos destinadas a recorrer largas distancias, pero llegado el caso, pararás a repostar con ambas con asiduidad.
Los chasis de las protagonistas de esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE son muy diferentes. La de Akashi recurre al multitubular de acero de alta tensión, mientras que el chasis de Yamaha tiene estructura de diamante (es de aluminio), abrazando el motor por la parte superior.
Ambas coinciden en tener horquilla delantera invertida de 41 mm, pero mientras que en la MT-09 la horquilla KYB es regulable en las tres vías (precarga, compresión y extensión), la Showa que equipa la Z900 SE solo es regulable en precarga y compresión. Detrás, la Kawasaki monta un monoamortiguador Öhlins, mientras que el de la MT-09 es KYB. El de la Yamaha es regulable en las tres vías. El de la Kawa, en precarga y extensión.
En los frenos, los dos modelos de esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE, comparten marca. La Yamaha MT-09 monta dos discos de 298 mm, mordidos por pinza radial de 4 pistones. La bomba también es radial. Detrás monta disco de 245 mm, mordido por pinza de 2 pistones. Los discos de la Kawasaki Z900 SE son de 300 mm de diámetro. Sus pinzas también son radiales de 4 pistones, las fabulosas M4.32. El disco trasero es de 300 mm y la pinza de 2 pistones.
Otra cosa que comparten son las medidas de las ruedas: 120/70-17 y 180/55-17, las medidas más comunes en las motos deportivas y por ello, con mayor variedad en el mercado. La Yamaha monta los Bridgestone Battlax S23, mientras que Kawasaki monta el Dunlop Sportmax Roadsport 2.
Ambos son neumáticos de altas prestaciones y garantizan agilidad y grip en toda circunstancia; la preferencia de uno u otro dependerá más de tus gustos que de una opinión subjetiva. Los dos funcionan bien en sus monturas, pero también podrían intercambiarlas entre sí. Sería mucho más interesante poder probar ambas con los mismos neumáticos a la vez y con ambas marcas.
El peso en orden de marcha favorece a la Yamaha MT-09. Observa a la Kawasaki Z900 SE (210 Kg) desde sus livianos 193 kg, suficientes para que se note en los cambios de dirección. En parado quizás se note menos la diferencia de peso. La Kawasaki tiene el asiento a 820 mm del suelo, mientras que la MT-09 lo sitúa a 825 mm, no habiendo prácticamente diferencia en la anchura entre las piernas.
Ninguna me planteó problemas con mis 178 cm para moverla en parado o a muy baja velocidad. Llego al suelo con las dos plantas de los pies y aún me sobra flexión en la pierna. Mi compañera Telva (160 cm) llega de puntillas y le cuesta dar la vuelta con soltura, pero en marcha desaparecen las diferencias por completo.
Esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE nos muestra dos motos que, a pesar de su fiera apariencia, son amables con su piloto, visto su equipamiento. Se agradece que las manetas sean regulables. Además, cuentan con multitud de ayudas electrónicas.
Aquí sobresale la Yamaha MT-09 al disponer de IMU, que gobierna todas las ayudas electrónicas (control de tracción, de deslizamiento y anti caballito), aparte de los modos de motor desde el acelerador electrónico. La Kawasaki Z900 SE no tiene IMU, pero sí acelerador electrónico, control de tracción y modos de motor, incluido uno personalizable (la MT-09 dispone de 2 modos personalizables).
Ambas cuentan con conectividad Bluetooth a través de sus aplicaciones dedicadas y se gobiernan a través de sendas pantallas TFT de un tamaño similar y que no recurren a menús y submenús, sino que muestran la información en la misma pantalla principal. Para los que padecemos de vista cansada, solo podremos ver (en ambos casos) los guarismos más grandes, esto es, velocidad y marcha engranada, aunque cuentan con toda la información de trip, autonomía, hora, consumos y temperaturas (motor y ambiente) habituales.
Las piñas son dos mundos opuestos en las protagonistas de esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE. Kawasaki apuesta por la sencillez casi espartana, pero efectiva e intuitiva. La piña izquierda de la Yamaha MT-09 es enorme. En parado está todo muy claro, pero en marcha solo es fácil guiarse al tacto con los intermitentes y la bocina. El sistema de intermitencia es asimétrico y original. Puede chocar al principio, pero tras una semana, te parece lo más lógico del mundo. Encima hay un joystick y un botón de “undo” o “deshacer”.
Es muy útil cuando puedes poner tu atención sobre la pantalla, pero en marcha no es muy aconsejable. Peor solución tiene el control de crucero, inmediatamente por encima del joystick y lejos de nuestros dedos. Obviamente, tiene que activarse necesariamente en marcha y no es muy sencillo hacerlo sin mirar estando tan lejos.
El consuelo de la Z900 SE es que no tiene ese problema, pero porque no tiene control de crucero. Por supuesto, las dos tienen un completo catálogo de accesorios para personalizarla y equipar según tus gustos y necesidades.
Comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE: Cómo van (la opinión de Pipe)
Me gustan mucho las comparativas y debatir con los compañeros, en este caso Telva, las bondades, virtudes y flaquezas de dos motos destinadas a conquistar a un cliente de parecido perfil. En este caso es todavía más atractivo, porque considero que la relación agilidad-potencia de las naked que no llegan al litro es la más adecuada para disfrutar a bordo de una moto cuando buscas sensaciones deportivas.
Hay motos con más cilindrada más potentes, pero no son más ligeras. Necesitan de la intervención constante de la electrónica para poder, no ya ser eficaces, sino seguras. No es el caso de las motos de hoy, que sí disfrutan de la red de protección que proporciona la electrónica, pero su actuación no ha de ser (a priori) constante. Además, su (bajo) peso es determinante para que no se acumule el trabajo en las frenadas, porque son motos que, con más de 100 CV y casi siempre menos de 200 kg, andan mucho.
Con la Kawasaki Z900 SE nos hallamos ante la última de una estirpe, las naked tetracilindricas, que tenían por lo menos, una representante por cada marca japonesa hace algunos años. Con una plataforma más que probada y un gran motor de 125 CV, no tiene problemas para estar en el candelero desde hace muchos años. Su estética ha sido siempre agresiva, acentuándose a cada modelo e incorporando los avances tecnológicos que han ido aflorando a lo largo de su vida comercial.
A sus mandos todo es familiar. Las manos apenas cargan en el manillar, pero sus estriberas están ciertamente retrasadas. Las piernas encajan en el espacio que hay tras el radiador y la parte superior del depósito proporcionando cierta protección aerodinámica, que siempre se agradece en una naked.
Al arrancar, el sonido es familiar. También el tacto suave del tetra, fino fino. Embragar, meter primera y todo es muy sencillo. La moto es estable a baja velocidad y aunque no es bicilíndrica, hay vida en bajos y en medios. Se nota que se ha pensado en la vida diaria del conductor y es muy agradable de conducir. Al llegar a la carretera y poder estirar las piernas, encontramos la chicha en la parte alta del cuentavueltas.
Sobre las 8.000 rpm, ahí donde se acaba de entregar el par máximo, el sonido es embriagador y las sensaciones plenas. En las curvas tiene un apoyo muy neutro. No precisa cargar peso en el tren delantero para sentir todo bajo control, es muy noble “ de origen”. Me resultó muy placentero el conducir fluido, favoreciendo el paso por curva, evitando usar los frenos y sentir el estirar sedoso del motor. A la hora de apurar la frenada, descubro un tacto y potencia fantásticos. Mordiente e información, un combo fantástico.
El tarado de la horquilla de serie resulta un poco blando, al menos en el principio del recorrido, para endurecerse progresivamente hasta resultar satisfactorio. Ese impasse obliga a obrar con antelación en las frenadas fuertes para prever la oscilación. Seguramente, la situación mejoraría actuando sobre la regulación de compresión, pero mi peso supera -con mucho- el de Telva y consideré que los tarados de serie lo eran para ambos.
Al subir a la Yamaha, la sensación es distinta. Las manos quedan más o menos a la misma altura, pero la posición de las estriberas es más adelantada, casi supermotard, lo que hace que el tronco vaya más erguido. Dada la fisonomía de la MT-09, da la impresión de que es más alta de los 5 mm que le saca a la Z900 SE. Al arrancar suena un zumbido agresivo. En vacío, sube y baja de vueltas muy rápido. Es curioso que entrega su potencia máxima 500 rpm por encima del tetracilíndrico de la Z900 SE.
Nada más engranar primera y ponerte en movimiento, me doy cuenta de que es una moto más reactiva. Todo es inmediato y preciso. El tacto del acelerador es inmediato; subir (o bajar) de marcha es instantáneo. Al llegar a la primera rotonda, noto la querencia de la moto por entrar. ¿Acaso no seré yo?
La Yamaha MT-09 saca tu yo más preciso, porque gracias a su capacidad dinámica, extrae tu sentido arácnido, aquél que predice lo que va a ocurrir en los próximos instantes y te recompensa con la realidad, idéntica a tu pronóstico. El tarado de sus suspensiones me pareció perfecto para conducción deportiva, que es la que acabas realizando en cualquier circunstancia. Los frenos maridan a la perfección. Me sorprendí a mí mismo, frenando con el dedo anular de mi mano derecha (jamás creo haberlo utilizado para ningún otro menester), con total precisión: Como si llevara toda la vida haciéndolo.
Comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE: Cómo van (la opinión de Telva)
Mis inicios en esto de las “motos grandes” fue con una rival directa, y europea, de las japonesas que comparamos en este artículo. Era la Ducati Monster 821 y os lo cuento con el fin de expresar el porqué del éxito de este segmento, especialmente si hablamos de la Z900. No solo es la más vendida de Kawasaki, también se cuela en lo alto del podio (obviando a los scooters) por su estética radical, motor sobradamente conocido y el precio más ajustado entre sus competidoras. Comparte con la Yamaha MT-09 la fórmula de todas las naked: conducción deportiva, posición relativamente erguida y una versatilidad imposible de encontrar entre las icónicas R.
Esta comparativa de la Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE me resulta verdaderamente interesante, no solo por la batalla en sí, que también, sino por lo distinto de ambos probadores. Pipe es un experimentado piloto que baja de una moto para subir a otra, mientras que una servidora cuenta con dotes más cotidianas. Aun así, ambos salimos encantados del comportamiento y las capacidades de estas japonesas e incluso alcanzamos conclusiones muy similares.
Suscribo cada una de las palabras escritas, y transmitidas en vídeo, de Pipe, de modo que trasladaré las impresiones que considero oportunas para los menos experimentados, empezando por la altura. La Kawasaki Z900 SE ha evolucionado en pro de aquellos que somos más bajitos. Los 820 milímetros respecto al suelo y su arco suficientemente acentuado permiten que yo, que mido 1,59 metros de alto, llegue con las dos puntitas de los pies a la vez. Recuerdo la Z800 anterior altísima, así que punto positivo para encajar entre las féminas.
La Yamaha MT-09 alcanza los 825 mm hasta el asiento y, pese a ser menos ancha por su motor tricilíndrico, se siente más elevada incluso en marcha. Eso sí, no llega a ser un elemento determinante para decidir entre una u otra y ambas tienen el aprobado para bajitos (desde el cariño).
La posición erguida de la MT-09, que tiene los estribos ligeramente adelantados respecto a la Z900 SE, me recordó a una hyper y genera cierta sensación de altura al más puro estilo trail. Pronto te acostumbras y manejarla entre curvas es cosa de niños gracias al ancho manillar y una agilidad sorprendente que te hará ser el más rápido en un tramo de giros cerrados.
Sin embargo, si prefieres una posición que ataque al eje delantero, la Z900 SE tiene un triángulo de ergonomía más deportivo. Eso no resta sensaciones al modelo del diapasón, ni mucho menos, pero tampoco implica un cansancio excesivo para los brazos en el caso de la Kawasaki. Así que dependerá más bien de gustos.
De las sensaciones del motor os ha hablado Pipe, pero como “la novata” de esta comparativa Yamaha MT-09 vs Kawasaki Z900 SE, apuntaré la idea que deberías tener en cuenta si es tu primera moto potente. La Yamaha MT-09 es capaz de hacer buen piloto a cualquiera, lo que supone una ventaja, pero también implica responsabilidad.
Su peso liviano, su equipamiento electrónico y la delicia del bloque CP3 la convierten en una naked que me compraría sin dudar, incluso con la diferencia de precio respecto a la Z900 SE y la MT-09 a secas. La Kawasaki es más purista, está hecha para aquellos que quieren exprimir sus sentidos, sus capacidades y su talento para llevarla sobre raíles.
Su motor tetracilíndrico es algo más exigente y no tiene tantas ayudas, frena de maravilla y, por qué no decirlo, se ve bonita al lado de la MT-09. Además, el precio está ahí y son unas mensualidades de más a tener en cuenta.
