Seamos claros, el Circuito del Jarama está mal parido desde el principio. Sin licencia porque cuando se construyó las cosas no se tenían por qué hacer bien. Luego llegaron las casas, la ampliación del final de recta, de la hípica… Y la mezcla de todo ha dado pie a una guerra sin cuartel en la que, la posibilidad de que nos quedemos sin actividad en el circuito es una amenaza real.
Y es que cuando las cosas se hacen tan mal desde el principio, solamente es cuestión de tiempo que alguien las aproveche para beneficio propio. No hace falta decir que el Circuito del Jarama se construyó en pleno expansionismo, en las postrimerías de la dictadura, cuando España quería abrirse al mundo y mostrarse moderna. Y tampoco hace falta decir que en ese momento todo aquello era campo, y estaba muy lejos tanto San Sebastián de los Reyes como San Agustín del Guadalix, los dos pueblos más cercanos.
Hoy en día esos pueblos siguen igual de lejos, pero las urbanizaciones fueron cercando al trazado. Esas urbanizaciones son las que lo estrangulan. De hecho, el alto valor de la zona ya puso contra las cuerdas al Jarama. Y si no se tiró todo abajo y se creó un nuevo circuito del RACE (no hay que olvidar que el Jarama es privado), fue porque las cosas no cuadraron. Porque hubo planes para que hoy el circuito fuera solamente un recuerdo, y la nueva pista del RACE estuviera enclavada en las cercanías del Aeropuerto de Barajas.
Y obviamente no hubieran sido pisos de Protección Oficial sino lujosas viviendas, porque el terreno donde está el circuito tiene un valor elevadísimo. A pesar de todo ello, está claro que al RACE le han seguido saliendo las cuentas, porque la actividad en pista es muy alta. Y eso a pesar de que no haya grandes competiciones, y de que esté esa zona de ruidos donde hay que pasar despacio.
Y es que el Circuito del Jarama se ha diversificado. En la zona del paddock hay un karting de alquiler y una escuela de drifting. En la zona de la cafetería, se organizan galas y eventos en sus renovadas instalaciones. Y aunque el proyecto que se anunció a bombo y platillo, de momento está solamente plasmado en la torre y los dos primeros edificios, el circuito está muy vivo.
Pero hay que reconocer que hay un problema muy serio, y es que los caballos de la hípica se deben asustar con el ruido sin saber por qué ni de dónde viene. Es broma, la hípica también es propiedad del RACE y gracias, porque si no… El caso es que y esto es increíble, las casas de los alrededores, incluidas las del Paseo del Circuito (se ve que no tenían muy claro cerca de qué estaban), se ven afectadas por los ruidos.
¿Te molesta el ruido del Circuito del Jarama? Curiosa consecuencia de comprarte una casa a pie de pista
Y es aquí donde ya da igual que las cosas estén bien hechas o no. Y da igual porque es una cuestión de que cada acción tiene que tener su repercusión. ¿Que el circuito no tenía la licencia porque en su momento no se daban? Perfecto. ¿Que a ti te han dejado construir tu casa al lado de una pista de carreras? Perfecto. ¿Que te molesta el ruido? Curiosa consecuencia de comprarte una casa a pie de pista.
Lo más gracioso es que se argumenta por parte de los vecinos que es la ampliación de 1993 la que afecta. Bueno, pues esa ampliación no es del 93, es del 90. Si ese es el rigor que tienen… Y es que al principio mucha de la gente que se compraba la casa en las inmediaciones del circuito eran apasionados del motor. Pero claro, de eso han pasado 34 años, compras, ventas, pelotazos… y nos vemos en la que nos vemos.
Saber qué le depara el futuro al Circuito del Jarama es complicado, pero la cosa pinta fea. Y pinta fea porque no hay ganas de entendimiento por parte de los implicados. Y hay que preguntarse el motivo de esto.
Quizás y sólo quizás, que el circuito desaparezca sea propicio para un nuevo pelotazo urbanístico. Quizás y sólo quizás, detrás de estas demandas haya intereses que van más lejos de un confort que, ojo, solamente se puede ver afectado las horas centrales del día.
Ellos dicen que no hay posibilidad de hacer mejoras en las viviendas y sus cercanías que solucionen los problemas acústicos. Yo sospecho que simplemente no quieren. Que esto está visto para sentencia, que los intereses económicos están por encima de todo y que más pronto que tarde el Jarama va a desaparecer, y será un recuerdo de tardes de gloria y momentos de sufrimiento.
Al menos, en lo personal, puedo decir que lo he disfrutado desde los dos lados del muro, que tengo recuerdos imborrables y que todavía hoy, cuando cruzo como la semana pasada el túnel y entro al paddock, las mariposas en el estómago vuelven.
