La centenaria empresa británica Watsonian lleva más de cien años (concretamente 108 años), construyendo sidecares para los más variados proyectos. Pero a pesar de ello, siempre se enfrentan a nuevos retos. El último, construir un sidecar para una Vespa. Esto puede sonar normal, pero es que el sidecar es parte de un proyecto de Food Truck en el que la camioneta deja paso a la moto, pero con el mismo propósito.
El chef Adrian Jones ha estado más de seis años viajando por Asia, conociendo la cultura y la gastronomía de allí. Como sabemos, allí los países dependen en gran medida del uso de la moto, que sirva para casi todo. Desde llevar familias de cinco niños al colegio, a transportar increíbles cantidades de comida. Y por supuesto, también funcionan como negocios de restauración, sirviendo comida a pie de calle.
Con este enfoque creó Dandelion Bike Noodles, una nueva forma de Food Truck en el que la moto cobra todo el protagonismo. Usando una Vespa GTS 300 como vehículo principal, los especialistas de Watsonian han construido un sidecar muy especial.
Fabricado a partir de tubo de acero recubierto de pintura en polvo, permite disponer de un espacio de trabajo en acero inoxidable de 2,5 m2 una vez desplegado. En un extremo hay hornos de barro ecológicos llamados “taos” donde se calientan los woks, para ser servidos en platos de hoja de palma biodegradables. Un sistema de suspensión hidráulica, y una rueda de Vespa a juego, completa el conjunto.
“¿Por qué una moto y un sidecar? Mientras viajas por Asia, ves motocicletas por todas partes”, comenta Adrian. “Son caballos de batalla que transportan familias enteras de cinco o seis, o grandes cargas de mercancías. Agregue un sidecar y se convierte en un taxi o servicio de entrega. Y muchos se convierten en restaurantes móviles, que alimentan tanto a los lugareños como a los turistas”.
