Imagínate que un día estás en tu trabajo, aburrido a la hora de comer, y le dices a tu compañero: ¿Qué te parece si nos ponemos a 300 kilómetros por hora y tú vienes de “paquete”? Seguramente la cara de tu compañero sea de poker.
Eso sería lo lógico, pero siempre hay un roto para un descosido, y por eso hoy te contamos la hazaña de Henry Cole y Allen Millyard. Puede que no los conozcas, pero son dos presentadores de TV en Reino Unido (Allen además un increíble constructor) y, además, ahora son recordmans.
Pero si esta locura no fuera suficientemente bizarra por sí misma, el rozar los 300 kilómetros por hora con pasajero se iba a llevar a cabo con una moto artesanal fabricada hace 13 años por el propio Millyard.
Y es que al bueno de Allan se le ocurrió en su momento crear una moto en torno al motor V10 de un Dodge Viper de 8.000 centímetros cúbicos. Como puedes observar, cada dato hace que el grado de locura vaya en aumento.
Pues bien, prepárate para los datos finales y es que la moto es naked, así que no está provista de ningún tipo de carenado ¡y pesa 600 kilos! Como ves, a todas luces no es el marco perfecto para ir de cabeza a por un récord de velocidad.
Así que con todas las cartas sobre la mesa se fueron a la caza y captura del récord Guinness arrancando y alcanzando la velocidad máxima en 1,25 millas, es decir, dos kilómetros.
Rozando los 300 kilómetros por hora de manera oficial
El objetivo a batir lo establecieron Erin Hunter y Andy Sills en septiembre de 2011 en unas escalofriantes 181,426 millas por hora, es decir 291 kilómetros por hora. Así que gas a fondo, metiendo marchas Cole y Millyard fueron a por el récord ¡y lo lograron!
Se quedaron cerca de la barrera de los 300 kilómetros por hora, marcando un tremendo registro de 295,31 km/h. Y también, aunque no es tan salvaje, consiguieron romper el récord de una milla. Ya fuera del desafío y con Millyard a los mandos, el dúo sí que rompió la barrera de las 200 mph, 321,8 km/h.
Como ves, si te sale bien no hay intentos de récords lo suficientemente locos como para que no trasciendan. Eso sí, lo mismo te cuesta encontrar acompañante en ese viaje a 300 kilómetros por hora.
