No es la primera vez que os hablamos de la Millyard Viper V10, ni probablemente la última. Sin embargo, nunca antes nos habíamos centrado en la historia de esta increíble montura, ni tampoco la habíamos comparado con la moto que en cierto modo se convirtió en el desencadenante para dar vida a este icónico proyecto. Nos referimos, como no, a la Dodge Tomahawk, de la que ayer os hablamos largo y tendido en este artículo.
En cualquier caso que nadie se equivoque; Millyard ya atesoraba una dilatada experiencia en este tipo de proyectos con otras creaciones únicas como la Kawasaki 850/5 2T de 1976, la Kawasaki V8 de 1600 cc de 1974 y la Kawasaki Zed de 2300 cc V12, tal y como apuntan desde Bike Bound. Todas ellas dotadas de motores fuera de lo común, aunque en apariencia fueran muy similares a los modelos de serie estándar.
En su día, Allen Millyard explicaba a los compañeros de MCN: “Aunque no me considero un constructor de motos personalizadas como los chicos de Bike Shed y la gente que construye Harleys, definitivamente me encanta lo que hacen y entiendo completamente por qué lo hacen. Siempre he intentado que mis motos parezcan de fábrica, como si las hubiera fabricado el fabricante original, aunque esto a menudo implica mucho trabajo extra”.
Millyard Viper V10: Una demostración de puro talento
Según cuenta la historia, tras la presentación de la Dodge Tomahawk en el famoso Festival de la Velocidad de Goodwood, el hijo de Allen, Stephen, le comento a su padre: “Podrías conseguir algo mejor que eso, papá”. Acto seguido este busco un motor de Viper por Ebay apenas unos minutos después este gritaba: “¡Papá, tienes el motor!”.
No fue hasta el verano de 2007 cuando Allen comenzó el proyecto de la Millyard Viper V10, centrándose inicialmente en el bastidor y en sendos subchasis, así como un basculante de tipo monobrazo anclado directamente a la caja de cambios. El espacio entre todos estos elementos era el necesario para poder instalar el motor V10, que además era parte estructural como elemento central de tensión entre las distintas partes.
Posteriormente, se centró en las suspensiones con una horquilla invertida artesanal compuesta de sendas botellas JCB de 75 mm, con barras de amortiguación Vauxhall y amortiguadores Hagon. En el eje posterior se optó por amortiguadores procedentes de Yamaha R1. Así mismo, Allen tuvo que fabricar infinidad de pequeños componentes con los que ir conformando los detalles de la Millyard Viper V10.
El resultado era una bestia de 500 CV de potencia y un peso en orden de marcha de 630 kilogramos. Además, y diferencia de la Tomahawk, la Millyard Viper V10 de Allen fue homologada para poder circular por la vía pública. Desde entonces, su propio creador ha recorrido con ella cerca de 20.000 km, desde que en 2009 se diera por concluida la construcción. Pero no solo eso, ya que ha batido varios récords a lomos de esta Millyard Viper V10.
Por ejemplo, el récord de velocidad en tierra, sobre una motocicleta con sus dos ocupantes en posición tándem. Allen Millyard y Henry Cole lograban alcanzar una velocidad máxima de 295,31 km/h a lo largo de los tres kilómetros que posee la pista enclavada dentro del aeródromo de Elvington situado en la población de North Yorkshire. Por otro lado, el piloto de pruebas Bruce Dunn alcanzó los 333 km/h en la pista de pruebas de Bruntingthrope.
Pero esto no es todo, ya que Millyard asegura que se podría ir mucho más rápido si no fuera por la dificultad de sujetar el manillar a esas velocidades en un artilugio de tales dimensiones y peso.
ara rematar, y en relación con la construcción de su Millyard Viper V10, Allen explica: “En realidad, lo hice para vencer a los estadounidenses en lo que mejor saben hacer. Han intentado dos veces construir una moto con motor Viper (la Tomahawk y una versión Boss Hoss única) y esta es mejor que ambas». Y vaya si lo ha logrado.