Si te preguntamos por una Harley-Davidson trail es probable que nos digas sin lugar a dudas que la Harley-Davison Pan America 1250 . Sin embargo en la historia de Harley ha habido varias motos de corte campero, aunque quizás ninguna tan especial como la Harley-Davidson MT500. Se trata de una moto que solamente se fabricaron y vendieron 355 unidades entre 1999 y el 2000 y llevaba motor Rotax, pero eso no es lo más especial que vamos a encontrar en ella. Parte de esta limitación llegó también a los propios concesionarios y es que no todos podían venderla, sólo un grupo selecto de ellos.
Aun así, sigue sin ser lo más especial de la moto y es que salta a la vista que no tiene nada que ver con lo que a uno le viene a la cabeza cuando hablamos de una Harley. Su estilo es 100% trail, pero no trail de ese de usar por carretera sino de campo al 100%. Y es que detrás del proyecto original estaba la idea del fabricante americano de surtir al ejército de su país con estas motos. Sin embargo fueron descartadas, según cuenta la leyenda, por dos motivos. El primero fue que empleaban gasolina y el ejército yankee quería unificar el combustible a diésel por una cuestión de logística. El segundo es que emitían mucho calor y eran fácilmente detectables por el enemigo.
En cualquier caso, la realidad es que nunca llegaron a estar en manos del ejército, pero aun así estaban preparadas incluso con un espacio para llevar encima un fusil de asalto (concretamente el M16), además de otras alforjas. En su momento se llegaron a vender al público o subastar por más de 10.000 dólares aunque con el tiempo han ido subiendo su precio.
No es el caso de la unidad que está a la venta en Nevada, Estados Unidos y que está a la venta en Ebay por un precio de 5.950 dólares, una cantidad realmente pequeña teniendo en cuenta que desde hace años lo normal es encontrarlas en subastas por cerca de 20.000. Este modelo en cuestión no cuenta con las alforjas, pero sí parece estar en buen estado después de haber sido revisada y reparada tras un largo letargo. Según su propietario se ha cambiado la batería (aunque también tiene pata de arranque en el pie izquierdo), bujía, válvula del depósito de combustible, tapa y cable del embrague y correa de distribución además de cambiar el aceite y limpiar el carburador. La única pega, además de no contar con las alforjas y la funda, es que el flotador del carburador “está pegajoso y a veces se llena demasiado”. Por lo demás, no tiene mala pinta y está claro que es una parte de la historia de Harley-Davidson que, precisamente, tiene una de las unidades prototipo de 1995 en su museo.
