En una de las reuniones europeas más importantes a nivel internacional, la Glemseck 101 que anualmente se celebra en la localidad alemana de Leonberg, Honda ha estado involucrada directamente y hasta allí desplazó un total de ocho preparaciones tanto realizadas en los departamentos de R&D de la fábrica japonesa como por alguno de los preparadores más prestigiosos del viejo continente.
Para empezar, la marca del ala participó en la carrera ‘Sprint International’ 1/8th mile invitational que tuvo lugar este pasado domingo con una Honda CBR1000RR SP Fireblade previamente preparada y que fue pilotada por Freddie Spencer. Allí el piloto americano pudo verse las caras con su amigo y antiguo rival, Kevin Schwantz, junto al que realizó una carrera de aceleración de exhibición.
Esta especial Honda CBR1000RR SP incorporaba un subchasis trasero de aluminio estilo WSB y carenados de fibra de carbono, un basculante más largo y un depósito de gasolina de aluminio derivados de las motos de competición de Honda en la especialidad de resistencia, una transmisión final más corta, unas tapas de cárter hechas a medida y escape completo Akrapovic de titanio.
Al mismo tiempo, se pudieron contemplar dos versiones de su modelo neoclásico, la Honda CB1100. la primera es una versión totalmente en negro de la actual CB1100 EX hecha en colaboración con los preparadores South Garage con base en Milán. Es una oscura y elegante mezcla de los estilos café racer y bobber.
El depósito negro mate, el motor, las tapas de embrague y las ruedas en negro crean el carácter general de la moto; el semi-manillar bajo, la bomba de freno radial y la parte trasera recortada le dan el toque café racer. Detalles como los intermitentes de LED en miniatura, un nuevo faro y el asiento de cuero con tapizado tipo diamante, a juego con el dibujo de los neumáticos, le aportan una mayor elegancia.
La segunda es la Honda CB1100TR concept que ya habíamos visto y creada en su totalidad en fábrica por el equipo de diseño de R&D de Honda, con base en Roma, para expresar las emociones y la pasión de la cultura flat track de los EE.UU. Fue desarrollada como la “Reina de los Circuitos Urbanos de Flat Track” con un diseño orientado al asfalto, preferido por los clientes europeos, como contrapunto a la imagen off-road tradicional de las flat tracker para circuitos ovales.
Completando las cuatro customizaciones de modelos actuales hay una versión “urban scrambler” ultra-moderna. Se basa en la Honda Rebel de 500cc y está equipada con grandes neumáticos de tacos, discos de freno sobredimensionados y un escape “lobster” a medida, soldado a mano. Su imagen resalta con referencias a la cultura BMX y skateboard (con soporte para la tabla de skate situado en la parte derecha) y con influencias del motocross.
Otras cuatro customizaciones más pudieron ser vistas también, aunque en este caso su inspiración venía de otros modelos históricos de Honda. Así Billy Mackenzie, un expiloto de motocross de nivel MX1, ha cogido una Honda CB750 y la ha convertido en una salvaje naked con la que se pueden ver en detalle las líneas de sus chasis y del motor tetracilíndrico en línea de aire.
Con base Honda CX500, Kingston Customs de Gelsenkirchen ha cafeteado dos motos. Mientras que para una de ellas se ha utilizado la versión Turbo de la CX, para la otra se ha modificado el modelo estándar. Ambas han conseguido un resultado sorprendente.
Por último Black Beans ha restaurado una poco conocida Honda CB250G con nuevos carburadores y escape, logrando un sonido profundo e intenso, y también nuevos frenos, reposapiés y amortiguadores. La estética general es minimalista, elegante y sorprendente.
