En 1988 Honda lanzó un modelo que marcó su tiempo, y 30 años después de la llegada de aquella primera Africa Twin 650 todos esperábamos que Honda lo celebraría. Efectivamente, además de los cambios que ponen al día su reciente CRF1000L Africa Twin, Honda lanza una versión especial de su trail bicilíndrica llamada Adventure Sports, con la decoración tricolor que rememora la Africa Twin original y que estará disponible tanto con cambio manual como DCT. Pero además de los colores, esta moto aporta cambios orientados a los usuarios que quieran viajar más con ella, para llegar más lejos. El depósito de gasolina aumenta en 5,4 litros (de 18,8 hasta 24,2), las suspensiones tienen más recorrido, la posición de pilotaje cuenta con un asiento más plano y alto, carenado y pantalla se amplían para proteger más, y se añaden extras como los puños calentables de serie o una toma de corriente alterna para cargadores.
Todas las Africa Twin 2018 montan una batería de Litio que reduce en 2 kg el peso: la CRF1000L estándar pesará en su versión 2018 230 kg (240 kg con cambio DCT). Esta nueva Adventure Sports con su mayor equipamiento y depósito de gasolina solamente gana 12 kg (incluyendo la gasolina extra): pesa en orden de marcha 242 kg (252 kg en versión DCT). Las suspensiones mantienen la horquilla invertida Showa con barras de 45 mm y el amortiguador trasero, pero ganan un 10 por ciento de recorrido: 22 mm más delante y 20 mm detrás. El asiento es 30 mm más alto (ajustable de 900 a 920 mm) y más plano, y el manillar está 32 mm más alto y 5 mm más atrasado para obtener una postura más erguida y cómoda.
El depósito ha crecido en volumen ganando anchura y la protección del piloto es mayor también por el carenado y la pantalla. Del aspecto “minimalista” de la Africa Twin pasamos en esta Adventure Sports a una trail más rutera: la pantalla parabrisas es 80 mm más alta. Y como citamos, monta de serie puños calentables y una toma de corriente para conectar cualquier aparato electrónico o cargador. Por debajo, además de ser más alta, cuenta con un nuevo cubre-cárter más protector. Existirán maletas y cajón específicos para esta versión, de mayor capacidad.
Mecánicamente, además de los cambios en las suspensiones, las ruedas son de radios inoxidables y permiten montar neumáticos de tacos (está homologada para ello, como la CRF1000L 2018). El motor es como el renovado del modelo 2018, con acelerador electrónico y nuevas posibilidades de control, además de montar un rediseñado escape y caja de admisión. La transmisión DCT para la versión que monta este cambio de doble embrague tiene además del modo manual y los dos modos automáticos que ya tenía (D y S con tres programas), también un modo “G” pensado para usar en campo. En cuanto al control de par, el HSTC pasa de los tres niveles anteriores a siete (aparte de desconectado). El Nivel 1 sería el más agresivo, para ruedas de tacos en campo, y el Nivel 7 el más suave, para firmes deslizantes o asfalto húmedo. Por otra parte los tres niveles de potencia y freno motor se basan en los desarrollados para la RC213V-S: Tour, Urban y Gravel, con niveles en aumento de potencia. Un cuarto modo (User) permite programar el nivel de potencia, freno motor y HSTC preferidos por el piloto.
