Los delegados del Congreso de los Estados Unidos han vuelto a sorprendernos con otra medida económica polémica. Esta vez el blanco son ciertos fabricantes de vehículos extranjeros. Entre los afectados se encuentran gigantes asiáticos como CFMoto y Kove. Pero hay más.
Recientemente, el Departamento de Comercio de Estados Unidos propuso una regulación que prohibiría, a partir de 2027, los vehículos con conexiones de software y hardware provenientes de China y Rusia. La Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio fue la encargada de dar a conocer esta iniciativa, enfocada en los llamados «vehículos conectados«. Lógicamente, los chinos encabezan la lista de fabricantes bajo escrutinio. Pero ojo, también los rusos. Aunque ese es otro cantar comercial.
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Esto es lo que van a prohibir en Estados Unidos
La BIS define un «vehículo conectado» como un automóvil o cualquier otro tipo de vehículo impulsado por energía mecánica, diseñado principalmente para circular en vías públicas, y que utiliza hardware de red integrado con sistemas de software automotriz, capaz de comunicarse mediante tecnología inalámbrica de corto alcance, telecomunicaciones celulares, satélites u otros medios de conexión.
Ahora viene lo bueno. El sistema telemático T-Box y la aplicación Ride de CFMoto cumplen con estas características, lo que implica que, si estas nuevas reglas se aprueban, sus modelos equipados con este tipo de hardware y software podrían quedar prohibidos en EE. UU. a partir de 2027.
En febrero de este año, el Departamento de Comercio ya había adelantado su intención de regular este asunto, y la Secretaria de Comercio, Gina Raimondo, subrayó que no era difícil imaginar los riesgos para la seguridad nacional que podrían surgir si gobiernos extranjeros accedieran a vehículos conectados en suelo estadounidense.
Este nuevo conjunto de normativas, y varapalo para la marca, llega en un momento en que CFMoto ha logrado posicionarse firmemente en el mercado de EE. UU., tras un éxito notable en América Latina. Sin embargo, no es la única marca en el punto de mira de los legisladores yanquis.
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Como os hemos adelantado, otro gigante chino, Kove, que también está ganando terreno en EE. UU., podría verse afectada por las mismas reglas. Obvio, todos los fabricantes están tirando, más o menos, por el mismo camino en cuanto a conectividad y servicios.
De hecho, las motocicletas de Kove suelen incluir sistemas GPS y conectividad Bluetooth que permiten enlazar con una aplicación móvil, lo que podría excluirlas también del mercado estadounidense para 2027. Pero, como es lógico, la estrategia comercial global apunta hacia esa dirección.
Todo dentro de una política proteccionista estadounidense, como llevamos viendo desde hace años, y teniendo en cuenta que ambos fabricantes han captado la atención de los motoristas en EE. UU. por ofrecer modelos de alta calidad a precios más accesibles que los de sus competidores locales. Sin duda, les van a dar caña al otro lado del charco.
Y aunque las motocicletas representan solo una pequeña fracción de los vehículos afectados, la mayoría de las restricciones se centrarían en vehículos eléctricos procedentes de China, que actualmente parecen estar más avanzados tecnológicamente que muchos de sus competidores de Estados Unidos. Veremos cómo acaba todo esto…