Todavía arrastramos la resaca que supuso conocer los datos de matriculación en España durante el año 2014, donde ANESDOR comunicó la buena noticia que todos esperaban, y es que España cerró un año de crecimiento imparable con aumento del 17% en las matriculaciones de motocicletas. Unos datos que, sin embargo, deben parte de su éxito a lo que sucede en la ciudad más importante para la moto en nuestro país, Barcelona.
La ciudad condal se ha convertido en el ojo donde deben mirarse el resto de comunidades y provincias. De las 125.084 unidades vendidas en 2014, Barcelona ha acumulado 26.805, lo que supone un 21,4% de las matriculaciones en nuestro país, o lo que es lo mismo, más de una quinta parte.
Tal vez este dato, por si solo, no nos llame demasiado la atención, pero sí cuando comparamos estos registros con la otra gran ciudad de España, Madrid. La capital registró un total de 15.013 unidades matriculadas (12%), dejando la diferencia con respecto a Barcelona en más de 11.000 motocicletas.
La importancia de Barcelona para el mercado de la moto no es un fenómeno pasajero, sino que viene de un tiempo a esta parte. En los años más duros de la crisis, los registros de la ciudad catalana siempre fueron mejores que los del resto de España, y eso ha sido esencial para que el mercado no se viniese abajo, y para que el crecimiento empezará a consolidarse de manera definitiva hasta este año.
Respecto a las previsiones para el próximo curso, donde se espera alcanzar un volumen de matriculaciones cercano a las 137.000 unidades, Barcelona aspira a superar las 30.000 (30.225), lo que le seguiría dejando como la provincia más importante para el sector de las dos ruedas. Por estos motivos, ANESDOR ha centrado gran parte de sus propuestas en materia de seguridad e impuestos, para beneficiar a los usuarios barceloneses, conscientes de su importancia para el mercado en su conjunto.
