Las ventas de motocicletas nuevas van recuperando la senda del crecimiento estable y entre enero y junio han aumentado casi un 20% respecto a las cifras del año pasado. En el año 2013, la cifra total se situó en algo más de 92.000 unidades, lo que representó una bajada del 6% con respecto a 2012, cuando se superaron las 98.000 motocicletas. Lejos quedan las cifras de antes de la crisis, pero poco a poco el sector va cogiendo ritmo. Desde Anesdor confían en cerrar 2014 con un importante crecimiento y olvidar los meses de caídas. Todo ello, con el casi nulo apoyo de las Administraciones, que parece que se han olvidado de las ventajas de los vehículos de dos ruedas.
-¿Qué balance nos puedes hacer de esta primera mitad de año en cuanto a la evolución de las ventas de motos? «La primera mitad del año ha ido muy bien, los datos han sido positivos. Lo importante es que se consolida un final de tendencia a la baja en una crisis que está siendo muy prolongada, después de un larguísimo ciclo de caídas. Hemos tocado fondo y vamos para adelante. La coyuntura económica general del país ha mejorado y hay mayor disposición a la compra, eso nos ha ayudado. Podemos decir que hemos superado las expectativas marcadas para este año».
-En comparación con 2013 las cosas van bien, pero aún queda mucho para llegar a cifras de años atrás «Seguimos en volúmenes muy bajos, eso es verdad. Estamos entorno a los 125.000 vehículos de dos ruedas, muy lejos de los picos conseguidos antes de la crisis, cuando llegamos a las 400.000 unidades. Si añadimos a las motos usadas, la evolución es diferente. Antes de la crisis por cada tres motos nuevas se vendía una usada y ahora el ratio es al revés, por cada moto nueva se venden tres usadas. Eso quiere decir que hay una demanda de motos en el mercado general que supera las 300.000 unidades. España sigue siendo un país de motos».
-¿Qué esperáis de la segunda mitad del año? «Esperamos cerrar 2014 con crecimiento, sobre las 110.000 unidades de motos nuevas. Esto supondría un 20% más que en 2013. En un año natural, las ventas tienen una estacionalidad muy importante sobre todo por el clima, con una época fuerte en los meses de primavera y verano. La segunda parte del año mantendrá esa tendencia de crecimiento».
¿Qué le ha pasado al ciclomotor, un segmento que casi ha desaparecido? «En el ciclomotor se han juntado dos grandes factores. Por un lado, la evolución natural de este segmento, que se ha ido sustituyendo por el 125. Por otro, que ha afectado más, una serie de medidas administrativas que lo ha perjudicado. Antes se consideraba como un primer acceso al tráfico y había un marco normativo que reconocía esa función. Luego vino el cambio de los 14 a los 15 años para poder conducirlos y la modificación de los exámenes que se han encarecido porque además hay que desplazarse al centro de exámenes, etc. A los 16 años ya puedes sacarte el permiso para motos más grandes y para un año no compensa. Si añadimos los seguros más caros y los impuestos vemos que todo se ha endurecido. Ahora tenemos que hablar de un nicho más que de un mercado importante. En Italia y Francia, por ejemplo, también ha caído pero no a los niveles de España».
¿Hay solución para el ciclomotor? «Las Administraciones pueden corregir estos temas y llevar al mercado del ciclomotor a una situación más equilibrada. La industria del ciclomotor ha sido muy fuerte en España y aunque hemos perdido mucho, hay que ayudar a los que todavía existen. Corregir estas normas sería bueno».
Una industria que ha sufrido mucho con el cierre de varias fábricas. ¿Por qué ha sucedido esto? «Sencillamente no se ha recibido la atención por parte de las Administraciones que se esperaba. A los factores propios de la crisis se han unido otros, entre ellos un apoyo que no ha llegado como en el caso de la automoción. No sólo no ha habido atención, sino que los cambios normativos y de fiscalidad han contribuido a dañar el sector más allá de lo que le afectaba la crisis económica. El porqué habría que preguntárselo a las diferentes Administraciones».
¿Se podrá recuperar parte de lo perdido? «En el medio plazo es muy difícil recuperar esa industria. Hemos sido los segundos productores europeos, con marcas globales que se han instalado en España, como Yamaha, Suzuki o Piaggio y no lo hemos sabido apreciar. Ahora ha llegado la deslocalización y es muy complejo poder recuperar lo que hemos perdido».
Hablemos de los planes de ayuda que no llegan a la moto. «A día de hoy los planes de ayuda para la renovación del parque están funcionando y consiguiendo dinamizar el mercado de la automoción, además de generar recursos adicionales a las Administraciones porque se obtienen beneficios. Pero la moto se ha quedado al margen de todos estos planes. Según la DGT, la edad media de los automóviles que circulan está en 12 años, mientras que en el caso de las motos es de 14 años. Ahora tenemos ayudas para los coches, las furgonetas, los vehículos industriales y hasta para tractores, pero la moto es el único vehículo discriminado en esta ayudas. ¿Por qué? No lo sé. En Anesdor no hemos dejado ni un momento de proponer a los diferentes Ministerios planes ajustados a la situación del momento. No tenemos ninguna explicación de por qué no se incluye en ningún plan de ayudas de renovación a la moto».