Era cuestión de tiempo que la famosa ley anticontaminación presentada en la Eurocámara el pasado verano empezara a hacer aguas por todos los lados. Y es más que probable que en los próximos meses y años tengan que readaptar el texto en multitud de ocasiones siguiendo intereses varios que, a países como Alemania, les va la supervivencia económica. De hecho ya han alzado la voz, junto con Italia, para retrasar la fecha inicial en favor de los motores que utilicen combustibles sintéticos limpios para su propulsión.
Quizás esto tenga algo que ver en que marcas como Porsche ya esté fabricando en una nueva planta instalada en Chile eFuel, o lo que es lo mismo, combustible sintético. Si nos vamos al caso de Italia, sede de marcas de renombre como Ferrari o Lamborghini, ya se encargaron desde el inicio de que se incluyera una enmienda para dar amparo a marcas de pequeño volumen de fabricación que quedarían fuera de la restrictiva imposición.
La realidad es que desde hace años expertos en la materia llevan avisando de que esta ley es inviable en términos prácticos, no solamente por el coste que tendría a nivel económico y social. Básicamente, porque no estamos preparados ni logística ni tecnológicamente para llevarla a cabo y maniobras políticas como la llevada por Alemania nos hacen participes en primera persona de esta teoría.
Es por ello que ahora apelan a sacar de la ecuación a los motores que puedan ser alimentados por combustibles sintéticos que hayan sido producidos empleando como base del producto el agua, por lo que la huella de carbono sería prácticamente nula. Aquí ya os hemos hablado de estas alternativas como la pila intercambiable de hidrógeno, donde marcas como Yamaha trabajan en el desarrollo de un motor precisamente para una marca de coches, Lexus.
En cualquier caso ya os adelantamos hace apenas unos días que, de momento, las motos de combustión se seguirán vendiendo en 2035, gracias al denominado paquete “Fit for 55” (que busca reducir en un 55% las emisiones para 2035) y que confirma que se podrán seguir comercializando motocicletas, ciclomotores, triciclos, cuatriciclos —quads, microcoches— con motores de combustión tal como confirma ANESDOR.
Por aquí os dejamos además algunos de los últimos artículos donde hemos ido tratando a fondo este tema, aunque dar por hecho que esta historia seguirá dando mucho de qué hablar en los próximos años:
