Antaño el Circuito de Suzuka era la sede indiscutible del Campeonato del Mundo de Velocidad. Sin embargo debido a los múltiples y graves accidentes que ocurrieron en 2003, entre los que se cuenta el que costó la vida al añorado Daijiro Katoh, la mayor parte de pilotos del Continental Circus, con Valentino Rossi y Sete Gibernau a la cabeza, comenzaron un movimiento por el cual no se ha vuelto a correr MotoGP en el trazado nipón. Desde entonces únicamente acoge carreras del All Japan y el Mundial de Resistencia.
Sin embargo el pasado fin de semana y con motivo de una jornada de puertas abiertas la mítica pista japonesa ha vuelto a escuchar el motor de las más modernas MotoGP y a verlas rodar sobre su trazado en forma de ocho. Una peculiar forma que debe a que en su día Soichiro Honda se negó a expropiar los arrozales que había alrededor para construir el Circuito de Suzuka planificado inicialmente.
Durante unas horas la Honda RCV 213 de Marc Márquez, la Yamaha M1 de Jorge Lorenzo y la Suzuki MotoGP, que se exhibía por primera vez en público fueron protagonistas. Los pilotos encargados de llevar las motos de competición más avanzadas fueron el piloto de Honda que actualmente milita en el Team Aspar Hiroshi Aoyama, el probador de Yamaha Katsuyuki Nakasuga y Nobatsu Aoki, que a pesar de su veteranía sigue ejerciendo su papel de probador para Suzuki.
Quien sabe si algún día las MotoGP volverán a Suzuka, pero a un Suzuka remodelado y más seguro pero con el carácter que nos regaló Grandes Premios inolvidables. Por el momento habrá que conformarse con ver ocasionalmente como estas joyas del sigo XXI ruedan en un trazado del siglo XX.
