Desde el uno de enero en Barcelona no pueden circular, por toda la parte interior de las rondas, vehículos sin etiqueta medioambiental y en la capital está toda la zona de Madrid Central con limitaciones al tráfico. Otros ayuntamientos están preparando sus propias normas, pero el nuevo Gobierno quiere que esto esté sujeto a una norma estatal de obligado cumplimiento. La recién nombrada vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció que pronto legislarán para que las ciudades con más de 50.000 habitantes tenga obligatoriamente una zona de tráfico de bajas emisiones. Son, en España, 146 ciudades según las cifras de 2019 (aparte de Madrid y Barcelona).
Lo hizo al declarar en «estado de emergencia climática» en España, lo que incluye 30 iniciativas orientadas a mejorar a corto plazo la situación medioambiental del país. El plan es que esto esté aprobado antes de que se cumplan los primeros 100 días del nuevo Gobierno. Ya hubo un anteproyecto de ley de cambio climático, pero que en el anterior gobierno en funciones nunca se pudo sacar adelante. De todas formas allí se hablaba de «fomentar» estas zonas de bajas emisiones, y ahora se habla de «obligar» a implantarlas. Si se aprueba, la idea es que la fecha límite sea 2023, aunque la vicepresidenta no ha concretado si ésa es la idea o quieren acelerar el proceso. En la práctica, esto significa que los vehículos sin pegatina medioambiental verán más limitado su uso en núcleos urbanos. En el caso de las motos recordemos que son las anteriores a la homologación Euro2, es decir aquellas matriculadas antes de 2003, las que no podrán circular por estas zonas que pueden ser el centro mismo o más amplio.
