Eso de que en ocasiones “menos es más”, se plasma de manera categórica en esta increíble preparación de Yamaha XJ600, obra del especialista madrileño The Foundry MC. Con Carlos Ormazábal y su equipo al frente, según ellos mismos alegan se dedican a recrear “una moto de autor” para todos aquellos que confíen en su talento.
Honestamente, y viendo el proyecto llevado a cabo sobre esta XJ600, no me importaría tener una de sus obras en mi garaje. Queda patente que no es necesario emplear elementos grandilocuentes para lograr un resultado de primer nivel, donde se conjuga a la perfección pasado y presente al servicio del deleite visual y dinámico.
Yamaha XJ600 «TRX style» en detalle
Según cuentan los amigos de Piper Burn, este proyecto se empezó a gestar hace más de una década, cuando Carlos estaba en pleno proceso de creación de una café racer basada en una XJ600 de 1985. Ya entonces soñaba con una preparación muy especial tipo endurance, sobre la base de este modelo, y es por ello y según explica el mismo:
“A lo largo de los años y paso a paso, compré el carenado de resistencia TRX850 y una réplica de una cola de Yamaha TZ250”. Posteriormente, se hizo con la XJ600 de 1999, que serviría de base para el proyecto, y que además utilizó y mejoró durante una temporada antes de comenzar con los trabajos de preparación.
El pasado 2023 había llegado la hora de ponerse manos a la obra y lo primero que hizo fue desmontar por completo la XJ600, pintar el chasis en color plateado e incorporar un basculante procedente de una Yamaha Thunderace 1000. Carlos comenta:
“Un amortiguador Hagon personalizado, con ajuste de longitud, resorte y aceite, hace que el neumático trasero 180 se adhiera perfectamente al suelo”. En el frontal se rebajó la suspensión en 20 mm y se incluyeron nuevos componentes Hagon y aceite mejorado.
Otros cambios a nivel técnico que merecen la pena mencionar son:
- Motor reconstruido
- Carburadores reconstruidos
- Radiador de aceite de mayor capacidad
- Escape modificado con silenciador Yoshimura R1
- Bomba de freno de GSXR
- Neumáticos Dunlop
- Subchasis trasero modificado
- Hueco personalizado para ocultar la batería e instalación eléctrica debajo del asiento, etc.
Y luego estaba el poder lograr esa estética deseada, con ese toque endurance Old School que nos arranca un suspiro en cada ojeada desde cualquier vista. Para ello se integró el mencionado colín monoplaza procedente de una TZ250, así como un carenado delantero de carreras específico para TRX850.
Embutido en este último encontramos una sola óptica circular de color amarillo y tras él, un completo cuadro de instrumentos digital a todo color y cargado de información. Iluminación LED completa, asiento y respaldo de espuma Foam, porta matrículas artesanal, contrapesos metálicos o ese acabado Marlboro tan especial, como no podía ser de otra manera, son la culminación de un proyecto que nos atrevemos a decir roza la perfección en cuanto a equilibrio y esencia que debe emanar de una preparación de este tipo.
