Ya sabes que nos gusta disfrutar de los cara a cara entre motos y coches, y siempre que hay posibilidad lo compartimos, más si hay una Ducati Panigale V4 y un Lamborghini Temerario de por medio. Pero más allá del morbo que despierta ver una moto contra un coche, el duelo que traemos hoy tiene un sabor especial. Y es que ambas máquinas comparten más que pasaporte: son «primas hermanas» dentro del universo italiano de la velocidad, comparten casa madre (Grupo Volkswagen) y cada una representa la cúspide de lo más avanzado dentro de su segmento.
Por un lado está, el recién nacido Lamborghini Temerario, que ya dejó boquiabiertos a propios y extraños durante la Monterey Car Week de 2023. Esta bestia de cuatro ruedas combina un motor V8 biturbo de nueva generación con tres unidades eléctricas, desarrollando una potencia total de 920 CV. Casi nada. Potencia bruta gestionada con precisión gracias a la electrónica y acompañada de un sistema de tracción total y un launch control que se activa desde el volante mediante un botón con bandera a cuadros.
A su lado, la indiscutible reina del asfalto sobre dos ruedas: la Ducati Panigale V4. Con su motor Desmosedici Stradale R de 216 CV con cigüeñal contrarrotante y toda la artillería electrónica habitual de la casa de Borgo Panigale, como el Ducati Vehicle Observer o el sistema Race eCBS, la Panigale está tan preparada para el circuito como para ganar en línea recta.
El desafío entre el Lamborghini Temerario y la Ducati Panigale V4 es solamente en línea recta
Una vez hecha las presentaciones llega el momento de la verdad. Con la recta en dirección contraria del Autodromo Enzo e Dino Ferrari, la carrera era de aceleración y empezando desde parado. Precisamente un punto donde el Lamborghini Temerario podía hacer valer su mayor tracción y sistema de lanzamiento, lo que le permite tomar la delantera. Sin embargo, como buena superbike, la Ducati Panigale V4 comenzó a ser más efectiva cuando pudo descargar su potencia en el asfalto y para comenzar a recortar terreno a pasos agigantados.
La imagen de ambas máquinas devorando la recta de Imola en paralelo, con un sonido que eriza la piel y unas decoraciones imposibles de ignorar, es la mejor carta de presentación para este duelo que, más allá del resultado, es puro espectáculo. Tanto que el resultado final pasa casi a segundo plano ante una escena que lo tiene todo: tecnología, diseño, potencia y tradición.
Un Lamborghini Temerario frente a una Ducati Panigale V4. Cuatro ruedas contra dos. Y todo envuelto en ese halo de pasión que solo los italianos saben imprimir a sus creaciones. Puedes ver el vídeo completo del enfrentamiento, y juzgar por ti mismo si eres más de rugido V8 híbrido o de estruendo V4 desmodrómico. Nosotros, si tenemos que elegir uno nos quedamos con la “Pani”.
