No ha sido una sorpresa en toda regla, a decir verdad, que hayamos conocido recientemente gracias a los compañeros de Ride Apart, que Royal Enfield haya logrado despachar 100.000 unidades (ojo, solamente en India), de su roadster neo retro, la Hunter 350. Y decimos que no nos ha pillado de sorpresa porque hace unos meses ya os contábamos que se estaban vendiendo como churros, literalmente. De hecho estaba cuadriplicando las ventas de la Honda H’Ness CB350 dentro del mercado asiático.
El caso es que seis meses después de que la marca la presentara en sociedad, esta Hunter 350 se ha convertido de facto en uno de los productos más acertados y rentables con los que cuenta Royal Enfield en la actualidad. ¿El secreto? No lo hay. Básicamente, han seguido la misma línea de trabajo que llevan diseñando de unos años a esta parte. Esto incluye el contar con modelos resultones, asequibles y fiables, todo ello envuelto en un nivel de calidades y acabados a la altura de sus rivales.
Y esta Hunter 350 no iba a ser menos que otros modelos de la firma, como por ejemplo sus hermanas la Meteor 350 y Classic 350, de las que deriva directamente. La fórmula empleada ha resultado igual o más satisfactoria que en estas, entre otras cosas porque la Hunter 350 nos ofrece un plus de polivalencia con el que no cuentan sus hermanas de gama. Esto es debido, entre otras cosas, a su diseño tipo naked que favorece positivamente mayores aspectos de la conducción.
Además, y a pesar de contar con una imagen neo-retro, ha encontrado en los más jóvenes a una clientela fiel que la mira con buenos ojos. A ello ayuda también algunos aspectos como su sencillez en términos generales, pero sobre todo en saber que pase lo que pase no nos costará muy caro solventar el problema. En parte porque Royal Enfield ha seguido fiel al propulsor que ya vimos en las otras 350 de la casa. Hablamos de monocilíndrico 4 tiempos de 349 cc refrigerado por aire-aceite que rinde una potencia declarada de 20,48 CV a 6.100 rpm y un par máximo de 27 Nm a 4.000 vueltas. Además, este incluye elementos como un eje de equilibrado, que en parte es pieza clave para reducir el nivel de vibraciones que se producen.
Todo ello aderezado con una silueta desenfadada un amplio esquema de colores que incluye dos terminaciones y hasta 8 opciones cromáticas o un equipamiento donde no podemos ponerle ni un pero a la marca. Caballete central, luz trasera de LED o puerto de carga USB están entre los elementos de serie, así como un cuadro de instrumentos de tipo mixto, con información digital y analógica que además cuenta con sistema de navegación Tripper TBT como accesorio original para esta motocicleta.
El resultado de todo lo anterior son esas cifras que maneja la marca, solamente en India, aunque es indudable que en el resto del mundo ha causado prácticamente el mismo impacto comercial. Un producto redondo que nos anticipa lo que aún está por venir y que a buen seguro seguirá este camino marcado por Royal Enfield en todos y cada uno de sus modelos.
