Hace menos de dos meses nos dejaba el mítico Paul Smart, uno de los pilotos emblemáticos del motociclismo a pesar de no haber conseguido una sola victoria en el Mundial de Motociclismo. Sin embargo, consiguió algo que le granjeó el reconocimiento de los aficionados y el amor incondicional de Ducati y fue lograr la victoria en las 200 Millas de Imola de 1972. Aquél fue el primer gran triunfo internacional de Ducati, además en casa y con una “moto gorda” así que quedó marcado a fuego en los libros de historia de la marca italiana.
Tan importante es aquella victoria en Borgo Panigale que en 2006 fabricaron 2.000 unidades para todo el mundo conmemorando tal hito. Hoy, 15 años después una de estas unidades ha salido a subasta y lo hace con solamente 2 millas en su contador. Es decir, se trata de una moto totalmente nueva, a estreno y la historia nos dice que es todavía más especial porque su propietario es el piloto de IndyCar Graham Rahal (seis victorias y 32 podios, dos de ellos en las 500 Millas de Indianápolis), que se hizo con ella en 2015.
En cualquier caso, hay que decir que la moto no tiene ni tan siquiera el denominado primer registro, lo que en España sería todo el proceso de matriculación por lo que lo único que lo único que le falta para ser totalmente nueva es la caja original. Todo lo demás jamás ha sido usado y muestra de ello son los libros originales de Ducati o las llaves con sus diferentes indicativos y fundas. En cualquier caso, si estuvieras interesado en comprarla y traerla a Europa habría que ver la manera de poder hacerlo legalmente y quizás sea algo más complejo para una moto que jamás haya sido matriculada, pero no es nada en comparación con disponer de una moto que a buen seguro irá aumentando su valor con el paso del tiempo siempre y cuando se mantenga en las perfectas condiciones en las que está hoy en día. Lo que sí es seguro es que no será barato hacerse con ella pues ya se acerca a la barrera de los 30.000 dólares y aun faltan tres días para que se cierre la subasta.
En cuanto a la parte técnica, estamos ante una moto con chasis tubular y un motor bicilíndrico en L, desmodrómico, refrigerado por aire y de 992 cc capaz de ofrecer 92 CV. Aun así lo más especial que tiene no es tanto ese motor como los componentes y es que monta suspensión Öhlins en los dos trenes que es completamente regulable mientras que el equipo de frenado corre por cuenta de Brembo. Por cierto, el líquido de frenos ha sido cambiado antes de ponerse a la venta. También es muy peculiar el hecho de que sus ruedas (de 17”) son de radios de alambre al más puro estilo de los años 70. Aun así, la parte que más llama la atención por motivos obvios es la del diseño de las fibras. Además de estar pintada en color plata, la estética es totalmente retro con un carenado abierto por debajo y con el 16 en el lateral.
Además del líquido de frenos que hemos comentado, antes de ponerse a la venta la moto ha recibido un cambio de aceite, reemplazo de la correa de distribución y cambio de bujías por lo que, si alguien decidiera cometer tal sacrilegio, la moto estaría lista para rodar.