Dos prototipos utilizando como base un novedoso motor bóxer de 1.800 cc para luego ver, por primera vez, el verdadero destino de este nuevo tren motriz: competir directamente con las grandes cruiser americanas. Así lo vislumbramos en aquellas fotos espía, pero antes de dar a conocer la nueva motocicleta, BMW ha querido seguir explorando las posibilidades de su motor (todavía en forma de preserie) lanzando su propia creación con motivo del Concorso d’Eleganza Villa d’Este.
Se trata de la BMW R18 Concept, un prototipo en el que el protagonista recae, como no podía ser de otra manera, en su poderoso motor bicilíndrico bóxer de 1.800 cc construido en aluminio y pulido a mano con perlas de vidrio. Otros componentes también ha recibido el mismo tratamiento manual, como las tapas de las válvulas o los protectores de las correas.
La alimentación se confía a un par de carburadores Solex, una licencia que se han podido permitir al tratarse de un prototipo pero claramente el motor definitivo tendrá un sistema de inyección, mucho más eficiente y ecológico.
En marcha, este prototipo impresiona tanto como en las fotos:
Bart Janssen Groesbeek, quien se ha encargado del desarrollo del diseño, ha intentado por todos los medios hacer que sean visibles el máximo número de elementos posibles. De ahí que por ejemplo el cardán no se encuentre dentro de la tradicional envolvente sino que esté a la vista y, además, cromado.
La filosofía de la BMW R18 Concept ha sido eliminar todo aquello que no es necesario para luego centrarse en aquello que ha quedado. Para ellos, era el momento de no pensar en lo que iban a hacer sino dejar que fluyan los sentimientos, eliminando la tecnología y dejar el espacio sólo para la imaginación. De esta forma uno es capaz de engendrar una moto que cuando la ves, sólo deseas subirte a ella y rodar pero también, cuando has llegado a tu destino, una fuerza irresistible hace que cuando te alejas, gires sobre tus talones para echarle una última mirada antes de desear volver a subir a ella.
La R18 Concept recurre a elementos claramente BMW, vistos por ejemplo en una clásica como la BMW R5 y que ya reinterpretó Roland Sands. Así nos encontramos el motor bóxer, el chasis tipo cuna o el tanque de combustible negro en forma de gota de agua perfilado a mano. Su silueta luce desde el frontal al eje de la rueda trasera, algo que se ve acrecentado por el uso de una llanta delantera de 21” y una trasera de 18”.
Muchos detalles son clásicos: el asiento de cuero, el perfilado de las horquillas, el escape, los gráficos del faro delantero. Aquí hay que hacer una mención a que a pesar de que se ha eliminado al máximo la electrónica, sí se ha recurrido a elementos modernos como el faro LED, pero cuya tecnología permite recuperar las formas de siempre pero sin perder ni un ápice de diseño.
Sin duda la BMW R18 Concept brilló con luz propia en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este, aunque el premio fuse para una quizás menos espectacular Ducati Hypermotard 950 Concept.
