Los motores de motocicleta tienen muchos usos, incluso en la aeronáutica pero normalmente a nivel de ultraligeros y con motorizaciones de dos tiempos. Sin embargo, el fabricante checo Skyleader ha tomado prestado el motor de una BMW S1000RR y sus casi 200 CV para instalarlo en el interior de uno de sus aviones, el UL-39 Albi.
El UL-39 Albi es un avión biplaza fabricado íntegramente en fibra de carbono y con un diseño basado en el reactor de entrenamiento militar L-39 Albatros, pero a pequeña escala. En lugar de un propulsor reacción, el motor de la BMW S1000RR, situado tras la cabina, está acoplado a un “ducted fan”: una turbina de 13 álabes genera gracias a los 200 CV del motor BMW el empuje necesario para volar.
Lo cierto es que se trata de un avión mucho más ligero de lo que podríamos pensar, ya que en báscula sólo pesa 322 kg. Es capaz de alcanzar una velocidad algo superior a los 300 km/h con un rango de autonomía que roza los 550 km.
Sin duda, un uso más que interesante para un motor pensado y desarrollado para una Superbike.