La Lazareth LMV 496 no es una moto al uso. Bueno, ninguna de las creaciones de Ludovic Lazareth son comunes, ni por el diseño ni por la soluciones que utiliza para ello. Pero quizás esta es la más extrema de todas ya que ha conseguido que literalmente despegue, aunque sea en un remolque y atada al suelo para que todo estuviese bajo control.
La LMV 496 parece una clara evolución de uno de sus modelos anteriores, el Lazareth LM 847 que contaba con un motor Maserati de 470 CV. Pero lo que las diferencia es precisamente la instalación de cuatro turbinas JetCat que son capaces de girar a 96.000 rpm y que están instaladas una en cada rueda más otras dos en el centro que dan empuje adicional.
El resultado no puede ser más sorprendente ya que a petición del piloto, la moto se estabiliza sobre un soporte central y en un minuto despliega las turbinas a modo vuelo gracias a unos actuadores hidráulicos. El resto ya podemos decir que pasará para la historia.
Hay muchas incógnitas que todavía desconocemos. La más importante es si realmente sigue utilizando el motor Maserati o, por el contrario, tiene otro propulsor más ligero sobre todo si tenemos en cuenta que deberá contar con algún tipo de desacople para la transmisión cuando las ruedas se pasan a modo vuelo.
De igual forma existe un gran trabajo de ingeniería ya que todo el sistema necesario para el giro de las rueda así como el frenado debe convivir con las turbinas instaladas. Una curiosidad: cuenta con 4 paracaídas por si las cosas no salen como estaba previsto.
Según los datos facilitados, el Lazareth LMV 496 pesa únicamente 140 kg mientras que las turbinas son capaces de producir un empuje vertical de hasta 240 kg, suficiente para que a los mandos se ponga un piloto ligero. Para la prueba, la valiente ha sido la novia del propio Lazareth, Vanessa.
La intención de Lazareth es seguir trabajando en la Moto Volante para, allá por le mes de octubre, llevarla a Dubai donde la presentará a los ricachones y empezará a aceptar pedidos por aproximadamente 500.000 € cada unidad.
Alucinante es decir poco…
