El especialista francés Lazareth Auto Moto, con sede en Annecy, acaba de anunciar el cese de actividad tras emitir un comunicado en sus redes sociales. A más de uno le ha caído como un jarro de agua fría la noticia, teniendo en cuenta el talento y pasión que ha puesto su fundador Ludovic Lazareth en toda y cada una de sus creaciones.
Los motivos principales de la toma de esta decisión están relacionados con las normas imperantes, en materia de tecnología y desarrollo, que se han ido imponiendo en Europa en los últimos años por parte de los gobiernos de turno. Un obstáculo difícil de sortear, sobre todo en términos de solvencia, para una empresa del calibre de Lazareth.
Sin embargo, Ludovic Lazareth también argumenta la necesidad de parar a nivel personal, poniendo un punto y aparte en su extensa trayectoria profesional, donde nos ha deleitado con artefactos realmente únicos, entre los que destaca la LMV 496, una «Moto Volante» equipada con cuatro turbinas JetCat que son capaces de girar a 96.000 rpm.
Lazareth Auto Moto lleva trabajando más de 25 años con una solo finalidad: Innovar
También la Lazareth LM 847 que contaba con un motor Maserati de 470 CV o la Lazareth LM 410: una «R1» de cuatro ruedas por cien mil euros. Todas ellas reflejan la personalidad y genialidad de Ludovic Lazareth considerado uno de los discípulos con más talento de Franco Sbarro. Según explica en el comunicado:
“Hace 25 años me lancé en cuerpo y alma, mucho más que una profesión, una verdadera razón de vivir: la construcción de vehículos, principalmente coches y motos, que destacaban por su diseño, sus prestaciones técnicas, concepción y su desempeño”.
“Trabajé en él los 365 días del año, 15 horas al día, durmiendo encima del taller para no crear un filtro entre mis sueños y la realidad, como una forma de estar en contacto directo con mis creaciones, permitiéndome seguir adelante sobre las ideas más locas, los proyectos más atrevidos, los proyectos más complejos”.
Y continúa: “No fue fácil, ni mucho menos, porque exploramos y experimentamos muchas cosas, anticipando el futuro, imaginando soluciones innovadoras. Impulsado por la pasión, siempre avanzaba, con la cabeza en el manillar, llevando a mi equipo a un ritmo frenético y a extraordinarias odiseas mecánicas”.
“A mis 55 años es hora de hacer una pausa y me veo obligado, por múltiples motivos, a anunciar el cierre del taller. Sin embargo, el espíritu que impulsa a Lazareth Auto Moto está intacto, vivaz, conquistador, al igual que mis ganas de crear, en un nuevo formato, por definir. Nos vemos pronto, para nuevas aventuras y sueños por vivir”.
El empresario francés también declaraba a los compañeros de Caradisiac que: “el contexto global y la aparición de la electricidad significan que tengo menos trabajo y que cada vez tengo más problemas para pagar las facturas. Intenté hacer un híbrido, pero los comentarios no estuvieron a la altura”.
Y concluye: “Incluso trabajando 90 horas semanales, la actividad es complicada y simplemente no podía continuar. Es desgarrador detenerse, es una decisión que se tomó hace dos meses y que quedó registrada el 11 de enero. Continuaré la actividad hasta marzo para honrar dos proyectos finales, y luego pararé”.