Nürburgring ha aumentado. El hecho de poder entrar con tu coche o moto en el “Infierno Verde” y rodar como si de una carretera de peaje se tratase, hace que muchos se atrevan a subir. De hecho, lo de “como una carretera” es tan así que hay que adelantar por la izquierda y señalizando además de cumplir unas normas que, de no hacerlo, te llevan directo a la expulsión del trazado.
El caso es que en esta ocasión no es un grupo cualquiera de amigos el que pone rumbo a Nürburgring porque, entre los tres integrantes de la expedición, todos ellos con máquinas veteranas a la par que preparadas, hay toda una Yamaha Aerox modificada. Sí, ni más ni menos que uno de los scooters más populares de finales de los ‘90 y principios de los 2000 con un viaje por delante que arranca en Mallorca y que, después de casi 4.000 kilómetros acabará de nuevo en la isla.
Labor ingente para un ciclomotor, aunque como decimos está preparado. De entrada no se trata de un ciclomotor normal, ya que está subido a 70 con un cilindro Malossi Réplica. También cuenta con cigüeñal, caja de láminas, cable de bujía, puños, correa, embrague, silencioso, filtro de aire, variador… y muchas más piezas todas ellas del fabricante italiano, que convierten la veterana Aerox en todo un misil.
Eso sí, el desafío no es menor porque las distancias a recorrer en cada una de las etapas estarán (o estuvieron mejor dicho) muy por encima del fin para el que están diseñados los ciclomotores, y es que hay días que recorrieron hasta 600 kilómetros. A todo esto hay que añadirle que DerbiSendaa (el usuario detrás de la hazaña) no pudo viajar por autopista, sino que tuvo que ir por carreteras secundarias y hasta caminos.
Al final, como hemos podido comprobar por sus perfiles en redes, pudo llegar y aunque no pudo rodar en el trazado alemán, sí estuvo allí a pesar de que por el camino surgieron algunos imprevistos. Por ahora tenemos solamente la primera parte del viaje gracias al primer vídeo de la serie, pero en sus redes sociales puedes ir viendo cómo le ha ido. No cabe duda de que convertir una vieja Aerox en una moto de este nivel es todo un éxito, y nos devuelve la esperanza en el futuro… al menos por un rato.
