Al Zahrt vive en Maine (sí, donde Stephen King desarrolla todas sus novelas), uno de los Estados más al norte de EEUU. Es, por lo tanto, un lugar donde a excepción de los meses estivales, el clima no es de lo más propicio para circular diariamente en moto. Pero este pequeño detalle no ha impedido a Al llegar a la impresionante cifra de 1,6 millones de kilómetros recorridos junto a su Honda Goldwing de 1975.
Cuando superó la barrera del medio millón de millas, Al Zahrt empezó a pensar si sería posible llegar a la mágica cifra de seis ceros. Y finalmente lo ha conseguido después de más de 41 años utilizando la moto como casi su único medio de transporte.
Al siempre ha estado ligado al mundo de las motos. Es copropietario de Pro Motorsports, ubicada en la capital Maine, una tienda que se encarga de la venta y reparación de motos, ATV y motos de nieve desde 1990. Y cuando no está utilizando la moto para ir o venir a trabajar, le encanta viajar. Y así ha recorrido la totalidad de los 48 Estados además de algunas regiones canadienses.
La historia de Al Zart comenzó cuando tenía 19 años. Corría el año 1976 y por aquel entonces se compró la Honda Goldwing buscando, sobre todo, fiabilidad. Harley-Davidson, la opción más común para un americano, no estaba pasando por el mejor momento (AMF era su propietario y los problemas de fiabilidad estaban a la orden del día). Sirva como curiosidad que una Harley Super Glide que tenía por aquel entonces, le dejó literalmente tirado en Dakota del Norte.
De esta forma empezó su idilio con el buque insignia de Honda (la cual le costó algo más de 2.300 dólares), recorriendo 25.000 km al año entre los meses de abril y noviembre, antes de que la nieve impida recorrer las carreteras del norte de Estados Unidos.
La Honda Goldwing tiene marcas de guerra: cinta americana en el asiento, algún que otro cable a la vista, los relojes opacos por el sol… Pero la moto ha sobrevivido en estas cuatro décadas a ocho cascos únicamente cambiando el motor en tres ocasiones, lo que equivale a más de medio millón de kilómetros realizados con cada uno de los motores.
Ahora, este veterano motorista de 61 años, está pensando en darle un merecido descanso a su moto. Por supuesto para adquirir una nueva Honda Goldwing. Pero aunque ahora cuente con mejor equipo de sonido, más potencia, suavidad y mejores suspensiones, todavía la veterana Goldwing de 1975 se comporta como una campeona en carretera. ¿Seguirá con ella?
No estaría mal que Honda se pusiese en contacto con Al Zart y, como han hecho en alguna ocasión otras marcas, le comprase la moto para su museo tras regalarle una Goldwing actual. Sería el descanso que merecería la que, probablemente, sea una de las motos particulares con más kilómetros acumulados.
