Es una noticia que saltó el último día de pruebas y que ha quedado en segundo plano respecto del resultado de estos entrenamientos, con el récord batido por Jorge Lorenzo y su Ducati. Pero es algo que tendrá mucho más peso en el transcurso de la temporada, porque el año pasado para algunos fue vital.
El proveedor de neumáticos, en este caso Michelin, no podrá cambiar las características esenciales de las ruedas durante la temporada. Es decir, podrá llevar pequeñas evoluciones sólo a nivel de compuesto de goma en algunos circuitos, pero no podrá cambiar la estructura (carcasa) ni el perfil del neumático, lo que define su comportamiento.
Así, las ruedas delanteras y traseras que se usarán en 2018 serán como las de 2017. No hará falta, pues, el enorme trabajo de adaptación que hizo falta el año pasado cuando sí se cambió de tipo de neumáticos, algo que trajo de cabeza a algunos. Recordemos que Yamaha en particular lo sufrió, de hecho se dijo que Viñales iba directo al título hasta que aquel cambio le perjudicó (aunque no fue el único).
Cuando cambia el carácter del neumático, es habitual tener que ir más allá de los ajustes de suspensión o geometría básica de la moto: hay que modificar las flexiones de chasis y basculante cuando la moto está inclinada, y eso implica muchas pruebas y cambios que no son sencillos de hacer, o directamente son imposibles, durante el fin de semana de un GP.
Por lo tanto en 2018 los jefes de equipo, ingenieros, fabricantes, y sobre todo los pilotos, tendrán un problema menos.
