La generación 2016 de motocross se va completando poco a poco con la llegada de los nuevos modelos y en esta ocasión ha sido Suzuki quien ha dado a conocer su apuesta por la categoría MX2. En 2015, los esfuerzos de la marca se centraron en mejorar la cuatro y medio, un arma con la que Ken Roczen y James Stewart (antes de conocerse su sanción) debían defender el honor de la marca en los campeonatos USA y con la que Clement Desalle y Kevin Strijbos pretendían hacerse con el Campeonato del Mundo de MXGP.
Para 2016, la protagonista será la dos y medio, que aunque no incorpora soluciones revolucionarios, sí que ya estaba necesitada de una profunda mejora. Lo más sobresaliente es la incorporación del Launch Control, un sistema que ya se introdujo en la RM-Z 450 el pasado año y que ahora llega a la hermana menor. Tiene tres posiciones, desconectado, para terrenos duras y secos y para suelos deslizantes y se selecciona a través del botón situado junto al puño izquierdo.
En cuanto al motor, se ha sustituido el pistón por otro de mayor calidad y más ligero, se ha rediseñado todo el conjunto de pedal de arranque para facilitar la maniobra y se ha renovado la tapa de embrague, aunque en la marca no hablan de una mejora en el propio sistema de embrague, uno de los puntos flojos de las RM-Z. El chasis también ha sido modificado y el amortiguador trasero KYB es nuevo.
Sobre el aspecto estético, ahora las placas laterales son de color amarillo (antes blancas) y los adhesivos del depósito son nuevos. La banda superior del asiento continúa siendo gris, mientras que las placas laterales son ahora más pequeñas y gana más espacio el color negro.
