En el mercado existen muchas marcas de antirrobos, y también protegen nuestra moto de diferente forma. Tradicionalmente lo que siempre han intentado los candados de moto es que no se pueda abrir la cerradura o cortar. Pero con el avance tecnológico, incluyeron también sistemas de alarma integrado y, en los últimos tiempos, la posibilidad de enviar un aviso al propietario en caso de que se mueva o sea forzado.
Pero quizás Skunklock es el más curioso de todos. Obviamente se ha desarrollado para que un ladrón no lo pueda abrir. Pero si lo consigue o bien lo corta con una radial, un gas contenido en su interior se libera a presión haciendo que sufra vómitos incontrolables, lo que rápidamente lo neutraliza.
El diseño constructivo del Skunklock hace que, en su interior, contenga un gas a alta presión. En cuanto se perfora, lo libera rápidamente (no hace falta ningún tipo de disparador). El gas está desarrollado a partir de productos alimentarios, predominantemente de ácidos grasos naturales que se encuentran comúnmente en la mantequilla rancia, el queso parmesano y nuestro propio vómito. Su olor desagradable, y una inducción al vómito hace que rápidamente el ladrón se aleje y neutralice el intento de robo.
La propia gente de Skunklock aclara, en su apartado de FAQs, que el producto es legal en Estados Unidos (habría que ver en otros países como España). Tampoco está pensado para que cree daños permanentes al ladrón, y solo afecta a aquellos que están muy próximos ya que el gas rápidamente disminuye su concentración en función de la distancia.
El candado Skunklock se puede usar tanto en bicicletas como en motos, y el producto de su interior no caduca (nada de recargas o tener que tirarlo porque tiene tiempo). Ya lleva bastante tiempo en el mercado, lo que da un plus de confianza (no es una startup que mañana desaparece). El precio es de unos 180 dólares, más o menos en la línea de cualquier candado de calidad media/alta que hay en el mercado.
¿Algún voluntario para comprobar la efectividad de su gas?
