Viendo sus trabajos nadie pensaría que su verdadera profesión es ayudar a aquellos que se encuentran en problemas: lo de construir y personalizar motos es su válvula de escape. Todos sabemos que hay momentos en los que cuando todo se nos viene encima hay que liberar la mente, y esta es una fenomenal forma de hacerlo.
La primera incursión de Russell Mecánica no pudo ser de mejor manera. Con su BMW Pantera verdaderamente canalla se llevaba el primer premio en la primera edición del Wheel & Waves. Posteriormente su amigo Paulino (que muchos conocerán como impulsor del Motorbeach Festival detrás del que también se haya la gente de Russell le encargaba prepararle una moto para recorrer parte de sudamérica de playa en playa haciendo surf.
Nacía así otro de sus modelos más conocidos y que algunos reconocerán por llevar parte de una tabla de skate, incluyendo uno de los ejes, en el frontal. La Dominator se adaptó para poder llevar una tabla en uno de los laterales y así buscar durante meses las mejores olas al otro lado del Atlántico.
Es curioso pero cuando uno de sus amigos le mandan personalizar una de sus motos, confían plenamente en su buen criterio. Lo bueno de ayudar a amigos que conoces desde hace muchos años, es que acabas sabiendo cuáles son sus gustos y al final, con cuatro directrices ya puede empezar a trabajar. ¿Carenada o naked? ¿Semis o manillar alto? ¿Scrambler, Cafe Racer?
A partir de ahí es hora de ponerse a pensar y plasmar las ideas en la gran pizarra que tiene en el garaje, justo delante de la mesa donde se realiza la magia. A su alrededor no encontramos los típicos carros de herramienta metálicos rojos sino cajoneras que ya tienen sus años encima y que sirven para tenerlo todo perfectamente ordenado.
Mientras charlábamos con él, su fiel compañero nos mordisqueaba los dedos agradeciendo las caricias que le hacíamos. Y es que precisamente su perro es Russell, quien da nombre e imagen al motoclub. Os podemos asegurar que sonríe como en el logotipo.
El nombre tiene su origen en la imaginación de la mujer de Eduardo, Elena. Por supuesto que ella cuenta con su propia moto personalizada. Una bonita y pequeña CB que responde a los cánones clásicos pero con toques personales.
Y seguramente a estas alturas os estaréis preguntando qué tipo de moto es la que les gusta personalizar. Pues la verdad es que todas porque hemos podido ver clásicas japonesas, europeas como BMW y Ducati, e incluso americanas como Harley-Davidson o Buell.
Y claro, con un espectro tan amplio de marcas, buscábamos algún modelo fetiche a la que igual todavía no había podido meterle mano y que le gustaría. Pero no, Eduardo se considera muy promiscuo y por lo tanto no fue capaz de decirnos ningún modelo en concreto. Algunas se prestan más a la personalización, otras menos, pero al final siempre tienen su punto. Un punto que normalmente va enfocado hacia una estética Cafe Racer, aunque no tan marcada como otras personalizaciones. Sus motos son un poco más canallas.
¿Y cuál es la meta de Russel Mecánica? Pues de momento, poder disfrutar el mes de vacaciones viajando sobre sus motos con rumbos casi improvisados. Dejándose llevar para disfrutar de las monturas que llevan y que han construido.
Bueno, como todo preparador aficionado, no descarta en algún momento abrir su propio taller de personalización, pero de momento no deja de ser una afición. Sabe que en muchos casos, el trabajo que lleva hacer una moto al gusto de un posible cliente, puede llevar a una factura final que asusta a más de uno que no sabe de lo que estamos hablando. Y él no busca un taller para hacer cambios de aceite con el fin de tener ingresos. Para eso, prefiere seguir haciendo motos para sus amigos, sin presiones y entre cervezas, risas y veladas hasta altas horas de la noche.
Cuando estuvimos con él la actividad en el taller era frenética. Además de una bonita Triumph Speed Triple que iba camino de recibir un semicarenado frontal, ya estaba preparando las motos que este año llevará a la próxima edición del Wheels & Waves. Una de ellas, será un auténtico pepino. Literal. Una preparación con base de motor de 49 cc y libre preparación para carreras de dragster. He visto tornillos de submarino menos apretados.
Seguiremos de cerca los trabajos de Russell Mecánica. Muestras del buen trabajo que hacen se ha visto con reconocimientos internacionales. Y al pequeño Russell le debemos otra sesión rascándole el cogote.
Podéis echarle un ojo a sus trabajos en su página de Facebook