Honda rompió moldes con el lanzamiento del X-ADV en 2017, una verdadera moto-scooter para todo uso y todos los usuarios, un modelo camaleónico con una triple faceta (urbana, rutera y off road) con la que conquistar a todos los públicos. Recibió un primer restyling en 2018 (incorporando de serie control de tracción, modo G para ganar par, relación de cambio más cerrada, 900 rpm extra de estirada, versión con 35 kw y colores) mantenido hasta el año pasado, y ahora se renueva por completo aprovechando su adaptación a la normativa Euro 5.
Este año hay 5 modelos Honda (con versiones limitables para carnet A2) con la misma plataforma chasis-motor, cada uno de ellos destinado a un uso y enfoque bien diferenciado. Así, además del X-ADV encontramos otra novedad importante, el Honda Forza 750 (maxiscooter deportivo), Honda Integra (maxiscooter touring), Honda NC750X (trail asfáltica) y Honda NC750S (naked).
VER FICHA TÉCNICA HONDA X-ADV 2021
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
Al igual que su hermano sport, el Honda X-ADV 2021 recurre a un propulsor bicilíndrico en paralelo SOHC 8 válvulas de carrera larga con refrigeración líquida que, lógicamente, ya supera la normativa Euro 5. Honda ha trabajado mucho en el motor y es una evolución del empleado en el X-ADV 2020: se ha aligerado 1,4 kg (pistones, contrapesos del cigüeñal, etc), sube más de vueltas y ofrece mayor potencia, con un carácter más puntiagudo. Declara 58,6 CV a 6.750 rpm con 69 Nm de par a 4.700 rpm. Con kit de limitación para carnet A2 (cuerpo de inyección y reprogramación ECU) las cifras se rebajan hasta 47 CV a 6.000 rpm y 65 Nm a 4.000 rpm.
El motor se ha mejorado para ser más suave y eficiente, optimizando el rendimiento y minimizando el rozamiento interno de las piezas móviles para ganar aceleración y rapidez de respuesta. Doble eje de equilibrado para minimizar vibraciones (uno de ellos también mueve la bomba de aceite) y cigüeñal desfasado a 270° son otros detalles que se mantienen.

La innovadora caja de cambio de 6 velocidades con transmisión DCT de doble embrague que Honda lleva evolucionando durante una década marca la diferencia respecto al resto de opciones del mercado. Un embrague se usa para las marchas impares y el otro para las pares, cada uno controlado por su propio circuito electrohidráulico. Cada vez que se produce un cambio, el sistema preselecciona la marcha que se va seleccionar usando el embrague que no está en uso en ese momento. Entonces, el primer embrague se desacopla electrónicamente y simultáneamente el segundo embrague se acopla. Este sistema dispone de hasta 8 configuraciones y modos de funcionamiento diferentes (4 automáticas -D- y 4 manuales -M-).
En un maxiscooter de última generación como el X-ADV no puede faltar acelerador electrónico RbW, control de tracción HSTC (3 niveles de intervención, desconectable), 5 modos de conducción (Rain, Standard, Sport, Gravel y User -personalizable-) y ABS de doble canal.

El X-ADV juega bien su triple orientación Urbana/Sport/GT y está dotada de muchos «gadgets» que inciden en la funcionalidad y practicidad del conjunto. Así, podemos hablar de parabrisas regulable en altura (manualmente en parado), manetas regulables en distancia, pinzas y bombas de freno Nissin (delanteras radiales), llave de proximidad, toma de corriente USB (bajo el asiento), iluminación full-LED, intermitentes autocancelables, warning en frenada ESS (los intermitentes parpadean con una deceleración de 6,0 m/s2 a una velocidad mínima de 53 km/h actuando sobre cualquier freno), freno de estacionamiento, instrumentación TFT a color de 5″ con sistema de control por voz Bluetooth, asideros traseros o estriberas de pasajero plegables. También incluye pata de cabra y caballete central.
Chasis de acero tipo diamante aligerado (23.6 kg) con basculante de aluminio (5.8 kg), horquilla invertida Showa de 41 mm (regulable en precarga/extensión), monoamortiguador trasero Pro-Link (reg. precarga), manillar elevado, llantas de radios tubeless (17 pulgadas del. y 15 det.) y transmisión secundaria por cadena completan el conjunto. La capacidad de carga es de 22 l. (incluyendo guantera, hueco para un casco integral, con hidráulico para sujetar el asiento) y el peso total en orden de marcha es de 236 kg.

EN MARCHA
Acceder al Honda X-ADV es sencillo si tienes el hábito de una moto, es decir, subiendo con la pierna por detrás, ya que el túnel central es ancho y alto (aloja el depósito de gasolina). Una vez sentado puedes aprovechar el nuevo asiento (a 82 cm del suelo y estrechado en su parte delantera) para adelantarte si mides menos de 1.70 y que poyes con los pies en el suelo, y en cualquier caso siempre te encuentras cómodo, con las manos sobre un manillar elevado y ancho de marcado estilo trail. El radio de giro es muy amplio (39º), perfecto para maniobrar en ciudad y con poco espacio.
El tacto de la transmisión es suave, con cambios dulces y bien escalonados. Circular por ciudad en modo automático (D) y Rain es lo más lógico para minimizar consumos. El modo Standard es el más equilibrado para cualquier uso y se activa por defecto siempre al arrancar. El Sport y Gravel son los que muestran más carácter, acompañados de un sonido más ronco del motor, ideal para conducción deportiva en carretera o en pistas de tierra, respectivamente. Las posibilidades de la doble leva “+/-“ de la piña izquierda para manejar el cambio manual-secuencial a tu antojo es realmente adictivo en estas circunstancias. La estirada del bicilíndrico es superior, minimizando la intervención de las ayudas electrónicas.
Cada modo de conducción tiene unos reglajes específicos, actuando de distinta manera sobre la entrega de potencia del motor, la intervención del control de tracción, el ABS, la cantidad de freno motor aplicada, haciéndolos más o menos directos/intrusivos. En User el conductor puede configurar cada uno de ellos a medida para dar con la configuración ideal (pulsación continua en el botón MODE de la piña izda.). Sólo en este puedes desconectar el TC, algo útil en conducción off-road.

Los 4 CV extra y el aligeramiento interno recibido respecto al motor del X-ADV 2020 se dejan notar, obsequiándote con una aceleración más rápida, lineal y contundente que antes. Y todo, sin disparar el consumo, fijado en 4,1 l./100 km de media en nuestra toma de contacto.
La estabilidad es otro de los puntos fuertes de este modelo, beneficiado por unas suspensiones de “moto”, un chasis contenido, un reparto de pesos acertado y un centro de gravedad bajo, además de unos infalibles neumáticos Bridgestone Battlax Adventurecross AX41 que le sientan como anillo al dedo. La frenada del equipo Nissin cumple sin problemas con lo esperado.
La información que ofrece la nueva instrumentación TFT es completísima, con cuatro líneas de parciales personalizables en la parte inferior para ordenar los datos que más nos interesen e incluyendo, además, otros tan poco habituales como la tensión de la batería o el ángulo de apertura del acelerador (hasta 67º).
