En el circuito de Misano, también llamado Marco Simoncelli en honor al fallecido piloto italiano, es el quinto año que se celebra este evento. Empezó precisamente al cumplir 40 años el trazado cercano a Rimini en el Adriático. El Classic Weekend es un fin de semana lleno de actividades, exposiciones y, cómo no, carreras. Todo dedicado a las motos de carreras y con la mirada puesta en el pasado. Una gran cita para los aficionados a la historia de la moto, que en Italia ha dado tantos campeones y tantas marcas míticas. El evento lo organiza el club local junto con la Federación Italiana y el Motor Bike Expo de Verona.
La convocatoria ha sido un éxito: más de 500 pilotos presentes en el circuito durante las tres jornadas, y más de 9.000 espectadores durante el fin de semana. Este evento representa el cierre de la temporada motociclista del año 2017 en el circuito, que ha sido un buen año: en la carrera de SBK (clase recién renovada para correr aquí hasta 2020) tuvieron 68.000 espectadores, y en la de MotoGP (pese a la lluvia y la ausencia de Rossi, lesionado) fueron 158.000. Para el presidente de la FMI, Giovanni Copioli, “es un gran éxito, todavía recuerdo la rueda de prensa de la primera edición cuando nos parecía una idea atrevida, y ahora aquí estamos con 500 inscritos, y queda mucho margen para seguir creciendo”.
Centrándonos en las motos, la zona Special&Icons contaba con un concurso dedicado a las motos de diferentes estilos Café Racer: Flat, Scrambler y Racing Classic. Las motos expuestas y el concurso fueron un punto de atracción obvio para los espectadores. Pero además de ver las motos en estático, el Classic Weekend tiene el aliciente de las carreras: Italian Cup, Trofeo Italia-Naked, y Vintage Guzzi son las de velocidad. Y luego el plato fuerte, la Resistencia. Son 4 horas a partir de las seis y media, es decir con final nocturno, y ganaron los hermanos Guareschi (Vittoriano, campeón de SuperSport en 1997 y 1998, y Gianfranco) con una Moto Guzzi 1150 preparada por ellos mismos (tienen un concesionario de la marca).
El paddock de Misano estaba, como es fácil imaginar, rebosante de personalidades locales este fin de semana, y del ambiente de los ochenta y antes. No sólo por las motos, y algunos pilotos, sino por detalles como las barbacoas nocturnas donde pilotos rivales comparten mesa. Y por las joyas de motos que había expuestas, sin duda, sobre todo con las “Joyas Expuestas” en la Sala Simoncelli. Una lista rápida, y nos dejamos algunas: la Ducati 750 F1 pilotada por Marco Lucchinelli en 1986; la Ducati 888 Superbike 1991 de Doug Polen, la primera con inyección electrónica; la Ducati 999 SBK de 2002 de Troy Bayliss, protagonista de pole y doblete; la Ducati Desmosedici GP07 campeona de 2007 con Casey Stoner; la Aprilia 250 GP de 1987 de Loris Reggiani; la Yamaha OW81 1986 de Eddie Lawson; la Yamaha M1 2008 MotoGP campeona de Valentino Rossi; o la AMF Aermacchi Harley-Davidson 250 RA GP 1974 de Renzo Pasolini.
