En esta ocasión nos hemos centrado en la economía. Sí, como lo lees, por solo 130 dólares (124 euros) obtendrás un aumento de la velocidad del 400%. Ojo, no hemos visto nada hasta este momento que se acerca a este precio con esas prestaciones. Pero como te podrás suponer, hay trampa en esta minimoto.
Esta vez ha captado nuestra atención una creación distinta al resto. Sus creadores han aprovechado piezas accesibles y económicas para ensamblar, a medida, esta pequeña creación diésel turboalimentada. El resultado no integra el motor de una Hayabusa, no hace falta. Aquí de lo que se trata es de lograr algo impactante sin necesidad de un presupuesto desorbitado. Y, lo han conseguido.
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En el vídeo que tenéis aquí arriba, el equipo de BUM logró precisamente eso: un proyecto sencillo y asequible. Su punto de partida fue un chasis de minimoto, lo que les evitó desmontar un motor en buen estado y gastar dinero innecesariamente. El bastidor, que incluía todo excepto el motor, tuvo un coste de 677 dólares (643 euros).
La siguiente pieza del rompecabezas fue encontrar un motor adecuado. Optaron por un motor diésel de 196 cc disponible en Amazon por 130 dólares (124 euros). Aunque no es un propulsor de alto rendimiento, sirvió como base. Al instalarlo en el chasis, la minimoto apenas alcanzó una velocidad máxima de casi 10 km/h, lo cual, en términos de emoción, dejaba bastante que desear.
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Para solucionar este problema con la velocidad, decidieron, acertadamente, añadir un turbocompresor económico. Por supuesto, también de Amazon y con un coste de 130 dólares (otros 124 euros). Su objetivo era elevar la velocidad máxima a 32 km/h, lo que supondría un incremento de más del 300% respecto al rendimiento inicial. Dado su bajo precio, era difícil creer que el turbo realmente hiciera algo realmente significativo. Pero…
Contra todo pronóstico, el turbocompresor logró aumentar la velocidad máxima en un 400%, alcanzando los 38 km/h. Un rendimiento impresionante teniendo en cuenta la inversión. Al final de todo, el proyecto completo costó 917 dólares (875 euros), y visto lo visto en el vídeo que tenéis arriba, la relación calidad-precio parece insuperable.
Este tipo de experimentos demuestran que no hace falta un presupuesto millonario para crear una máquina emocionante. Con creatividad, ingenio y las piezas adecuadas, cualquier entusiasta puede construir su propio «monstruo» mecánico.
