La GSX-S1000F hereda el ADN de la GSX-R1000, situándose por encima de la Bandit 1250 S y empleando la misma base que la street fighter GSX-S1000. A partir de ahí, cuenta con múltiples mejoras que aportan tanto en el diseño como en las prestaciones una experiencia de conducción inigualable en carretera y confortable en la ciudad. Del mismo modo que su hermana naked, incorpora la tecnología más avanzada de Suzuki, destacando por su suavidad y contundente respuesta.
Su control de tracción dispone de tres niveles de intervención, pudiendo adaptarse así a las condiciones del asfalto o la conducción realizada en cada momento. El nivel 1 permite una conducción más deportiva, el 2 es el adecuado para condiciones normales y para la ciudad. Por último, el 3 ofrece un alto control de tracción en situaciones de baja adherencia.
Su sistema de frenada delantera Brembo, la misma de la GSX-R1000, contribuye a potenciar más si cabe un elemento diferencial de este modelo: la seguridad. El sistema ABS, opcional, permite al piloto un control máximo de la dirección incluso en las frenadas más violentas ya que lee 50 veces por giro de rueda la velocidad de la misma, adaptando la potencia de frenada a la tracción.
En cuanto al diseño, esta roadster deportiva de Suzuki sorprende por su aspecto salvaje y agresivo. Su silueta, sus faros e incluso su manillar contribuyen a crear una imagen bestial que, sin duda, hará que se levanten miradas a su paso.
Esta moto está disponible en los siguientes colores: azul metalizado, gris mate y negro-rojo. Su precio es de 13.099 euros en su versión estándar y 14.099 en su versión con ABS.
