Lo suecos de Cake llevan un tiempo diseñando y montando motos eléctricas, y tienen claro que para ellos la clave es la funcionalidad. Viendo las fotos de su nuevo modelo, la Ösa (no confundir con la mítica marca española Ossa…), queda claro que la estética no está entre sus prioridades… Realmente si algún día Ikea fabrica motos eléctricas, podrían no ser muy diferentes de ésta (pero la tendrás que montar en casa, claro). La describen como «un vehículo utilitario, limpio y eficiente, con propulsión incluida y capacidad de circular por el campo». Lo cierto es que sus posibilidades son bastante destacadas: es una moto modular que puedes encargar con una batería de 1,5 kWh o 2,6 kWh, y la segunda te ofrecerá una autonomía de hasta 100 kilómetros con una velocidad máxima de, precisamente, 100 km/h. Además de elegir batería, puedes añadirle lo que necesites para montárselo a la barra central que oficia de chasis: una cesta, maletas, asiento para niño… hay más de 1.000 posibles configuraciones. Los neumáticos, con algo de taco y laminillas, parecen capaces de funcionar incluso sobre la nieve.
Una vez configurada, tendrás la moto práctica a tu medida. Podrás usarla por carretera o caminos, y si te quedas sin batería es bueno saber que se recarga en apenas 3 horas en cualquier enchufe normal. La versión ligera (batería de 1,5 kWh) se clasifica como ciclomotor, y la otra como moto en la categoría de 125 (sin carné). La batería sirve también como generador, de forma que si tienes que usar herramientas o focos, o un ordenador, podrás enchufarlos a la moto. Los precios: a partir de unos 6.000 euros. Según el fundador de la empresa, el sueco Stefan Ytterborn, «hay que ser consciente de los cambios en el medioambiente y el transporte es algo que tiene mucha influencia. Se han empezado a prohibir los vehículos de gasolina y diésel, y esta moto permite la versatilidad que las personas necesitan según sus necesidades».
