Recientemente ha arrancado en Austria un proyecto denominado EMotion, creado para el desarrollo de una plataforma modular y escalable que se pueda aplicar a trenes eléctricos. Hay más de una decena de empresas implicadas, entre las que se encuentra KTM y su estudio de diseño, KISKA. Con una duración de tres años (contando ocho meses de pruebas) y más de seis millones de euros de presupuesto, está financiada en parte por el Fondo Austriaco para el Clima y la Energía.
Paralelamente se estudiará las necesidades reales de la población en materia de vehículos eléctricos, tanto de los más jóvenes como de aquellos que han pasado los 50 años. Y aquí es donde realmente entra KTM y su scooter eléctrico, el KTM E-Speed, como un proyecto futuro del que sabemos que llegará, aproximadamente, en 2022.
El KTM E-Speed apareció por primera vez en el Salón de Tokio de 2013, dejando a todo el mundo con la boca abierta. Ahora se ha reinterpretado en forma de boceto, evolucionado a lo largo de los años. Inicialmente contaba con un motor de 15 CV y 140 kg de peso, lo que le permitía una autonomía de 60 km y una velocidad máxima de 85 km/h. Tras siete años de evolución tecnológica a nivel de vehículos eléctricos, las prestaciones estarán más que superadas.
Para ello KTM trabaja muy estrechamente con Bajaj, tanto a nivel de scooter como de motocicletas más grandes. Y paralelamente su otra marca, Husqvarna, también ha anunciado la llegada de un scooter eléctrico para el año que viene, el cual estará basado en uno de los scooter del gigante indio.
