La cuenta atrás para el Dakar 2017 sigue de manera inexorable. Los principales candidatos a luchar por los puestos de cabeza en las pistas y desiertos sudamericanos ya velan armas para tomar la salida el día 2 de enero en Asunción (Paraguay). Por delante tendrán 12 etapas y 8.818 kilómetros, 4.089 de ellos cronometrados, para mostrar su talento con la navegación, su capacidad de arriesgar cuando llegue el momento y de ser fiables, uno de los puntos más importantes en el raid más duro de todos cuanto existen.
Uno de los pilotos en los que se centrarán los focos es Joan Barreda, el piloto español, que este año vuelve a contar con el apoyo de Honda, llega a la edición de 2017 con la certeza de haber trabajado concienzudamente durante todo el año. El piloto de Castellón, a sus 33 años, afronta su séptima participación en la prueba y buscará esa regularidad que le ha faltado y que, por el momento, le ha privado de grandes resultados en el Dakar a pesar de ser uno de los pilotos más rápidos.
Joan Barreda: “Afrontamos la edición 2017 del Dakar con muy buenas sensaciones. Ha sido un año muy bueno donde hemos podido trabajar en el programa de durabilidad de la moto, que es donde en anteriores ediciones hemos fallado. A partir de verano pudimos programar algunas carreras en las que no había participado hasta ahora y en este último mes estamos trabajando mucho el físico, con entrenamientos de adaptación para estar concentrados. Estamos contentos, el ritmo es muy bueno y las sensaciones son mejores que nunca, ya que todo el programa ha salido según habíamos planteado. Como siempre, será una edición complicada, pero afrontamos el Dakar con ganas de demostrar todo nuestro trabajo. Intentaremos hacer una carrera sin cometer errores, dedicaré mucha atención en ello, con mucha confianza en mi mismo. Si no los cometemos, podemos luchar por la carrera, lo hemos demostrado en las anteriores e diciones. Está todo donde queremos que esté, hay ganas e ilusión.”
AMV, Armand Monleón afronta su segundo Dakar con la intención de mejorar su rendimiento de 2016. Aún así, el pupilo de Marc Coma también ha estado preparándose a conciencia para el desafío: “Será una edición muy complicada, dura físicamente y con muchos días en altura, pero nos hemos preparado bien y tenemos muchas ganas de empezar la aventura. A principio de año realizamos un trabajo muy físico, participando en otras competiciones, y en esta recta final hemos realizado un trabajo más específico, sobre el “Road Book” y sobre la moto, para ir a buscar esa chispa de velocidad que necesitamos para llegar bien al Dakar. La preparación esta temporada ha sido muy distinta a la de la anterior: ahora ya sabemos cuáles son mis puntos débiles y qué nos vamos a encontrar. Esta edición la afronto con más experiencia en carreras largas y en altura, cosa que el año pasado no teníamos. El objetivo del Dakar 2017 es clarísimo: escoger un buen ritmo. El año pasado, por falta de experiencia, fue nuestro punto débil. Este año toca gestionar cada etapa con el ritmo correcto. Si hacemos esto, los resultados llegarán”.
