Igual que no esperarías ver un salmón en medio del desierto, tampoco esperas ver una Suzuki Hayabusa sorteando dunas por él. Pero la vida es caprichosa y aunque lo del salmón parece que va a estar más complicado, habrá que conformarse con ver a la Hayabusa por las dunas.
El encargado de pilotarla es el piloto de enduro Matt Spears, eso sí después de hacerle una gran modificación. Incluye no sólo la colocación de barras protectoras para no dañar el carenado original, sino también la colocación de una suspensión delantera de off road con su llanta de 21 pulgadas y el manillar ancho con sus torretas anclado a la tija superior.
Pero dicho esto, lo realmente imponente es que la Hayabusa no es una moto precisamente ligera, y por mucho que se haya hecho alguna adaptación sigue sin serlo. Es por ese motivo que es realmente sorprendente ver lo que Spears es capaz de hacer con la moto y como sube las laderas de las dunas.
La potencia bruta no sirve de nada para subir una duna en el desierto
Y ojo, porque subir las laderas no es solamente cuestión de potencia. De hecho, las carreras de “hill climb” en las que las motos suben por cuestas imposibles, los chasis se modifican para hacer la distancia entre ejes más larga y así poder aprovechar la potencia. De lo contrario, por mucha potencia que tengas no podrás aplicarla porque, literalmente, te caerás de culo.
Así que ver como es capaz de manejarla y salvar varias situaciones límite, a pesar de no llevar guantes, sólo habla bien de las capacidades de conducción del estadounidense. No hay que olvidar que la Hayabusa roza los 200 CV y que su peso está por encima de los 250 kg, así que ser capaz de gestionar todo eso de la manera que Spears lo consigue tiene mucho mérito.
Sin duda un espectáculo sobre la arena que culmina con unos saltos espectaculares de los hermanos Braxton y Brigss Tomlinson sobre su motos de cross. Hubiera sido espectacular verlo también sobre la Busa, pero a buen seguro que eso no lo habría aguantado.