Desde hace muchísimos años los motores de moto han dado vida a diferentes coches de todo tipo, incluido competición. Desde pequeños monoplazas a kartcross o coches de rally y carreras en cuesta. Pero en esta ocasión vamos un paso más lejos con esta preparación, en la que no se han conformado con usar un motor de Suzuki Hayabusa, sino que han empleado dos.
El protagonista humano de esta locura, porque el mecánico es este megamotor V8, es el piloto de rallys Mikko Kataja. Él es quien está detrás de la conversión de un modesto Toyota Scarlet en uno de esos coches que son capaces de llevar a cualquiera al límite. Originalmente contaba con un motor que ofrecía la nada despreciable cifra de 260 CV. Pero no era suficiente y como un motor de Suzuki Hayabusa no llegaba a eso, decidió unir dos para construir un motor V8 capaz de ofrecer 345 CV.
Sí como lees, cogió los dos motores para crear uno. Nada de funcionamiento en paralelo sino un gran trabajo mecánico para crear una bestia que es capaz de hacer volar a ras de suelo a un coche que únicamente pesa 740 kg.
El motor de Suzuki Hayabusa doble da 345 CV sin turbo
Con esta relación peso potencia tan espectacular el resultado es el que podemos ver en el vídeo, y no es otro que el propio Kataja y su Toyota haciendo velocidades punta de más de 160 kilómetros por hora en espacios reducidos, cuando el moto de Suzuki Hayabusa doble se pone a entregar toda su furia catapulta al pequeño coche nipón.
Además, todas estas prestaciones son sin turbo y es que no se ha incluido en la preparación como estamos acostumbrados a ver. El resultado es un 2,6 litros con unas prestaciones sobresalientes, pero que podrían llegar a ser estratosféricas si en una “segunda etapa” de preparación se decidiera a poner el turbo.
Si este Toyota con motor de Suzuki Hayabusa ya da miedo, pensar qué sucedería con un aumento de potencia al poner un turbo es sobrecogedor.