El motor de la Suzuki Hayabusa se ha convertido en un elemento esencial para todo aquel que quiera dar rienda suelta a su imaginación, fabricándose un artilugio similar a este Citicar Hayabusa que hoy os mostramos. Obra del creador de contenido en YouTube, Vasily Builds, lo podríamos denominar como “la Kryptonita de Greta Thunberg”.
Para ponernos en contexto hay que mencionar que, el Citicar, se convirtió en la década de los 70 en toda una revolución dentro de la movilidad ciudadana, gracias a emplear un pequeño motor eléctrico y una batería para su propulsión.
En la actualidad es un ansiado objeto de coleccionistas y gente como el amigo Vasily, que gustan de realizar preparaciones de todo tipo empleando como base la plataforma que nos ofrece este pequeño EV.
Citicar Hayabusa, un pequeño mata gigantes
Ahora, gracias a los compañeros de Ride Apart, hemos conocido de primera mano esta increíble preparación que da como resultado a este Citicar Hayabusa, precisamente por montar en su eje posterior el afamado tetracilíndrico nipón.
Según parece, el protagonista de este alocado proyecto se hizo con un ejemplar de Citicar hace unos ocho meses aproximadamente, y desde el primer momento dejo claras sus intenciones: Montar un propulsor de Hayabusa realizando todas las reformas que fueran necesarias para que su proyecto llegara a buen puerto.
12 videos después Vasily nos muestra de primera mano de que es capaz el Citicar Hayabusa que ha fabricado. Antes de que esto sucediera tuvo soldar a conciencia infinidad de refuerzos en el chasis original de este conocido EV setentero.
Por otro lado, acondicionó el interior a las nuevas necesidades con unos baquets deportivos, sistema de cambio tipo secuencial, manteniendo el funcionamiento estándar que encontramos en la motocicleta, o un cuadro de instrumentos que da vértigo mirar en cada aceleración.
Al final del video, Vasily apunta que aún quedan cosas por hacer, entre las que se encuentra seguir reforzando el chasis, añadir un cortafuegos que separe la cabina de la zona posterior, donde está ubicado el motor, o mejorar algunos elementos de la parte ciclo.
En cualquier caso, la diversión está asegurada, ya que con algo más de 155 CV de potencia a unas 11.500 rpm, para poco más de 500 kilos de peso total, estamos ante un verdadero artefacto de la felicidad.
Eso sí, no mostrarle el proyecto, ni la felicidad que provoca en vosotros, a ningún amigo ecologista, porque posiblemente perdáis su amistad. Avisados estáis.