Desde ayer y hasta el día 8 de agosto, la streamliner TOP 1 ACK ATTACK intentará batir el récord de velocidad para una motocicleta y para ello han situado su base de operaciones en el Salar de Uyuni. Sobre la ACK ATTACK así como sobre su jefe de equipo Mike Akatiff y el piloto encargado de pilotarla, Rocky Robinson, hablamos no hace mucho
Tras llegar ayer al Salar de Uyuni, lo primero que han hecho los miembros del equipo es inspeccionar el lugar donde tendrán lugar los recorridos para buscar superar la marca de las 400 mph, es decir, unos increíbles 643 km/h.
Para Mike Akatiff “el lugar es increíble. ¡Creo que podría aterrizar un 747 y volver a despegar como unas 12 veces sin salirse de pista! Hemos sobrevolado la zona en un jet a 200 mph camino de Bolivia y hemos tardado como 10 minutos en recorrerlo.”
La elección del Salar de Uyuni (en vez de Bonneville) no ha sido realizada al azar. Su altura sobre el nivel del mar de 3.656 metros ofrece la ventaja de que el aire es menos denso y por lo tanto, el coeficiente de arrastre en marcha es menor compensando la posible pérdida de potencia. Además, las condiciones de la sal son mucho mejores, algo imprescindible para garantizar el éxito de la misión. Hablamos de más de 15 millas (24 km) de roca salada dura.
Puede parecer una gran distancia, pero debemos pensar que a máxima velocidad la TOP 1 ACK ATTACK devoraría los 24 km de recorrido en poco más de dos minutos. O l lo que es lo mismo, cada segundo a 643 km/h recorre una distancia de 178 metros (casi dos campos de fútbol). Y todo con dos motores de Suzuki Hayabusa montados en una moto streamline de seis metros de longitud.
