Tradicionalmente la India y Estados Unidos siempre han tenido una relación comercial mutua cordial. Prueba de ello es que en muchos casos no hay establecidos aranceles para la importación de productos de un país a otro. Sin embargo esto no ocurre en el caso de las motos donde además de la mayor fiscalidad en función de la cilindrada del motor, también India tiene impuestos aranceles que hasta hace poco eran del 75% pero que últimamente han reducido al 50%.
Para Donald Trump, esta situación no puede continuar así sobre todo, como dice él, teniendo en cuenta que para las motocicletas que se fabrican en India y son exportadas a Estados Unidos, no existe ninguna tasa aduanera para su comercialización. Es por ello que el máximo mandatario americano ha amenazado al gobierno indio a aplicar aranceles para las motocicletas que desde allí se importan.
Sobre el papel, la principal marca afectada por este hecho es Harley-Davidson aunque por otro lado, la marca americana tiene una fábrica en India con lo que muchas de las aproximadamente 4.500 motos vendidas por Harley en el país asiático son de fabricación propia y, sólo algunos modelos vienen directamente de Estados Unidos.
Es cierto que la importación de motos indias a Estados Unidos es mucho mayor, de aproximadamente 13 millones de dólares anuales (unos 10,5 millones de euros), pero la mayor parte son de ciclomotores. Si nos limitamos a motocicletas de alta cilindrada equivalentes a las Harley-Davidson, deberíamos constatar los datos de importación de Royal Enfield los cuales son mínimos: aproximadamente 1.000 motos al año es la suma aproximada de ventas de todos los concesionarios R.E. americanos.
Pero también es cierto que en las tiranteces en las relaciones comerciales entre los dos países, las motos sólo son una mínima parte y por lo tanto casi un motivo con el que Donald Trump intenta hacer presión a su homónimo indio. Veremos en qué queda todo esto.
